6 consejos para crear un hábito de entrenamiento

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Sportliche Frau beim Seilspringen © Hiraman

La motivación es la que te empuja a comenzar, pero solo seguirás entrenando si consigues convertirla en rutina. Te contamos 6 consejos que te ayudarán a grabar este hábito en tu cerebro y, por lo tanto, a tener éxito en tu objetivo.

Todos conocemos a esa persona que, aunque todos sus días estén llenos de cosas que hacer, nunca deja de lado su costumbre de hacer ejercicio. Y, además, sin sacrificar su vida social. Entrenar antes del trabajo, sacar tiempo para salir a correr en la pausa para comer, ir derecho al gimnasio al salir de la oficina. Estas acciones resultan automáticas para mucha gente. Tener hábitos hace que te resulte fácil elegir entre el entrenamiento o quedarte sentado en el sofá.

Sin embargo, crear una costumbre de entrenamiento no es algo que se haga de la noche a la mañana. Como media, se necesitan 60 días para conseguir hacer una rutina de ejercicios sin que suponga un gran esfuerzo tanto para tu cuerpo como para tu cerebro. Hasta ese momento, te toca respirar profundo, apretar los dientes y seguir esforzándote durante un tiempo.

Ten siempre presente tu objetivo

En el estrés del día a día, donde nos dividimos entre ocio y trabajo, es fácil que tus objetivos pasen a un segundo plano. Por esta razón, es muy importante recordarlos a menudo.

Presenta tu objetivo de forma visual. No importa si te lo apuntas en algún sitio o si imprimes alguna imagen que te lo recuerde. Lo importante es que no lo pierdas de vista. Coloca ese recordatorio en el sitio donde sea más probable que lo veas y así conseguirás no perder de vista tu objetivo.

No seas tan duro contigo mismo

Para empezar, es suficiente con que intentes hacer cambios en una sola costumbre. Las personas pecamos con demasiada frecuencia de intentar cambiar muchas cosas al mismo tiempo, pero para cambiar nuestro cerebro rápidamente se necesita mucha fuerza de voluntad y disciplina, y no es algo que le guste a nadie. Intenta cambiar solo un hábito, celebra todos los pequeños éxitos y no te presiones demasiado.

Nuestro consejo: no intentes cambiar tus hábitos alimentarios al completo de la noche a la mañana. Sin embargo, recuerda que una buena alimentación es clave para tener éxito con tu rutina de entrenamiento. Para ganar músculo, tu cuerpo necesita ingerir suficientes proteínas y muchas calorías. Tomar un batido de proteínas justo después del entrenamiento es la opción más rápida para darles a tus músculos lo que necesitan.

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©foodspring

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Encuentra una dinámica

Para crear una costumbre de entrenamiento, la regularidad es una pieza clave. Todo el mundo lo sabe: si hacemos una pausa y dejamos nuestro entrenamiento a un lado, es mucho más difícil volver a retomarlo después.

Por supuesto, esto no quiere decir que a partir de ya tengas que ir al gimnasio todos los días. Tu cuerpo y tus músculos necesitan un tiempo de descanso tanto para recuperarse de la sesión de entrenamiento como para desarrollarse. Sin embargo, la pausa no puede ser de más de dos días, porque entonces perderás esa dinámica que estás construyendo para tu cuerpo y tu cerebro y, con ella, también perderás la motivación.

Establece una conexión entre sentimientos positivos y el entrenamiento

Piensa en cómo te sientes justo después de hacer ejercicio. Después de tu última sesión de entrenamiento, ¿te sentiste agotado/a pero a la vez muy orgulloso/a? Seguro que sí. Incluso nos atrevemos a decir que te sentiste feliz porque conseguiste luchar contra la persona perezosa que llevas dentro. 

Grábate en la memoria ese pensamiento tan positivo que sueles tener después de entrenar y recuérdalo la próxima vez que llegue uno de esos días en los que hacer tu rutina de ejercicios te parezca una tortura. Puedes estar seguro de que si consigues hacer ejercicio ese día, te sentirás igual de feliz y orgulloso, y te podrás dar las gracias a ti mismo.

Empieza con lo que te resulte más fácil

Empieza a crear una costumbre de entrenamiento con el ejercicio que más te guste. De esta forma, te resultará más fácil dar el primer paso para empezar a hacer ejercicio y, al mismo tiempo, conseguirás crear una conexión positiva con tu rutina de entrenamiento. Cuantas más conexiones positivas desarrolles hacia el ejercicio, más fácil te será realizarlo y más rápido conseguirás crear un hábito.

¿No sabes qué tipo de entrenamiento es el que te gusta más? Déjate inspirar por toda la información que encontrarás en nuestra página de entrenamientos y elige la rutina de entrenamiento que mejor se adapte a ti y a tu objetivo.

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©Hirurg

Los geht’s

Es mejor hacer poco que no hacer nada

¿Hay días en los que te sientes especialmente perezoso y no te apetece nada hacer ejercicio? No pasa nada, a todos nos ha pasado alguna vez en la vida. Durante esos días, lo mejor es que dejes de lado tu rutina de ejercicios más exigente y la sustituyas por unos ejercicios un poco más ligeros y fáciles de realizar. Por ejemplo, prueba con un entrenamiento HIIT que no dure más de 10 minutos. Solo con hacer esto ya quemarás bastantes calorías y seguirás perdiendo más calorías horas después de hacer ejercicio gracias al efecto de postcombustión. Por si esto fuera poco, ¡es también un pequeño paso hacia tu objetivo de crear un nuevo hábito!

Conclusiones

  • Para adquirir un nuevo hábito se necesita una media de 60 días.
  • Establece una conexión entre tu nueva costumbre y los sentimientos positivos que te proporciona; así te será más fácil no tirar la toalla.
  • Nunca pierdas de vista tu objetivo.
  • Si quieres grabar tu nuevo hábito en el cerebro, es mejor hacer una rutina corta de ejercicios a no hacer nada en esos días en los que te sientas perezoso.

Fuentes del artículo

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