¿Por qué Catar es el anfitrión de la Copa del Mundo 2022? Es complicado

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a football on the ground pixabay

Hay dos elementos que no pueden faltar en los preparativos de cualquier Copa del Mundo: emoción y controversia. Este año, la polémica no está relacionada solo con los equipos o los jugadores, sino con el propio lugar donde se celebrará el torneo. Catar fue nombrada sede de la Copa del Mundo de 2022 en 2010, venciendo a las candidaturas de Australia, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. Con su victoria, se convirtió en el primer país de Oriente Medio en recibir este honor. Desde el principio, hubo cierta inquietud por el hecho de que la edición del campeonato de 2022 se celebrara en un país minúsculo (de tan solo 11 610 km²) con escasa tradición en el deporte más popular del mundo.

Este descontento se intensificó cuando Catar y Rusia (que obtuvo el nombramiento de sede del Mundial de 2018 al mismo tiempo) fueron acusados de corrupción para asegurar la elección de sus candidaturas. Aunque la investigación de la FIFA de 2014 eximió a ambos anfitriones de cualquier ilegalidad, el Departamento de Justicia de Estados Unidos hizo pública una acusación en marzo de 2020 en la que se afirmaba que tres funcionarios de la FIFA habían recibido dinero para votar a favor de Catar como sede del Mundial, acusaciones que el Comité Supremo para la Organización y el Legado, el organismo responsable de organizar la Copa del Mundo de Catar, ha negado con vehemencia.

La falta de inclusión es otra preocupación relacionada con el Mundial de este año. En Catar existen leyes estrictas contra la homosexualidad, y hay cierta preocupación por el trato que podrían recibir los aficionados LGBTQ+ si viajan para animar a sus equipos. El director general de la Copa del Mundo 2022, Nasser Al-Khater, ha declarado que «todos los aficionados, independientemente de su origen, religión o sexo» son bienvenidos, y que Catar es un lugar seguro. La Directora de Responsabilidad Social y Educación de la FIFA, Joyce Cook, ha confirmado que «las banderas y camisetas arcoíris serán bienvenidas en el estadio, sin ninguna duda». Varias selecciones nacionales de Europa han optado por hacer que sus capitanes lleven brazaletes con los colores del arcoíris y diseños de One-Love para protestar contra la discriminación, un gesto que aún no ha sido ratificado por la FIFA.

Si bien la mayoría de los jugadores que participarán en la Copa del Mundo son profesionales con altos ingresos, no se puede decir lo mismo de los dos millones de trabajadores migrantes que han trabajado arduamente en condiciones extremas para construir la infraestructura de esta Copa del Mundo. Se ha informado de casos de trabajadores que han vivido en condiciones terribles, sin cobrar durante meses y, trágicamente, un informe de 2021 habla de unas 6500 muertes de trabajadores desde que Catar fue nombrado anfitrión.

El clima fue otro factor que planteó un desafío sin precedentes. Normalmente, la Copa del Mundo se celebra durante los meses de verano, pero las temperaturas promedio en Catar en ese momento pueden oscilar entre 35 y 45 grados. Inicialmente, los organizadores planearon crear estadios con aire acondicionado para respetar las fechas estivales de las Copas del Mundo. Sin embargo, en 2015 acabó imponiéndose una postura más sensata y la FIFA anunció que la competición se celebraría por primera vez durante los meses de invierno, aunque aun así las temperaturas podrían oscilar entre los 25 y los 30 grados durante los partidos. El primer partido está programado para el 20 de noviembre en el estadio Al Bayt, ubicado en Al Khor, y la final tendrá lugar en el estadio de Lusail el 18 de diciembre. Esta decisión ha provocado cambios obligados en muchas ligas de todo el mundo, ya que los jugadores han tenido que dejar sus clubes durante más de un mes para representar a sus países y algunas competiciones nacionales se han paralizado.

Catar ha conseguido que algunas estrellas de alto perfil, como David Beckham, sean embajadores del estado de los desiertos, pero el excapitán de la selección nacional de Inglaterra ha recibido críticas por aceptar este papel. Si bien la Copa del Mundo suele ser una auténtica fiesta del fútbol en la que surgen héroes y se forjan leyendas, la organización de la edición de invierno de este evento cuatrienal ha sido un tanto problemática. Las acusaciones de corrupción, el preocupante trato que han recibido los trabajadores emigrantes y la inquietud por los aficionados LGBTQ+ que pueden viajar al país hacen que muchos se sientan incómodos. ¿Cómo veremos «el juego bonito» en esta edición del torneo? Todos estaremos atentos para averiguarlo.

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