Celulitis: ¿cómo se produce y por qué es algo de lo más normal?

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Por Kristina Lauer

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No hay nada vergonzoso en tener celulitis. Al contrario: es natural. En este artículo te contamos cómo se produce y por qué es mejor aceptarla que luchar contra ella.

¿Qué es la celulitis?

Lo primero y más importante: tener celulitis no es una enfermedad, sino que se trata de algo completamente normal. La celulitis también se denomina “piel de naranja”, porque, al igual que la de fruta, nuestra piel tiene un aspecto algo rugoso. Aparece principalmente en los muslos, la parte superior de los brazos, las caderas y los glúteos y se produce por muchas causas diferentes, aunque normalmente depende de la constitución de cada persona.

La celulitis adiposa es inofensiva para la salud y se trata de un fenómeno muy común entre las mujeres. A pesar de ser algo natural, la industria publicitaria se lucra de la lucha contra la piel de naranja, una de las principales formas de sacarles el dinero a las mujeres a través de cremas anticelulíticas y tratamientos como la liposucción.

Atención: Existe otro tipo de celulitis, la bacteriana, que requiere tratamiento porque se trata de una infección. A pesar de tener el mismo nombre, estos dos tipos de celulitis son muy distintos. La bacteriana supone la inflamación del tejido conjuntivo subcutáneo, problema que generalmente aparece en un/a paciente a causa de una infección de estreptococos. Presenta síntomas como dolor y enrojecimiento de la zona afectada e incluso fiebre y, en este caso, sí que hay que ir al médico. El tratamiento que deben seguir los pacientes para combatir la infección consiste en tomar medicamentos antibióticos para acabar con las bacterias que causan la enfermedad.

¿Cómo aparece la celulitis?

Para entender cómo se produce la piel de naranja, hemos de empezar observando de cerca la estructura de la piel. La piel está formada por tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis.

La epidermis, a su vez, está compuesta de las capas córnea, translúcida y granular y nos protege de los factores de riesgo externos. La dermis, la capa media de la piel, la forma un tejido conjuntivo denso y aporta elasticidad y firmeza a la piel. Por último, la hipodermis se compone de un tejido conjuntivo laxo, que a su vez incluye células grasas o adipocitos que forman el tejido subcutáneo. El tejido adiposo debajo de la piel protege contra la pérdida de calor y sirve como reserva para los nutrientes. La cantidad de cúmulos grasos en la hipodermis varía de una persona a otra y depende de factores como el sexo, la edad y la composición corporal.

Las fibras de colágeno son uno de los componentes básicos más importantes del tejido conjuntivo, porque se encargan de que se mantenga firme y elástico. En el caso de la mujer, las fibras de colágeno son paralelas entre sí y contienen tejido intersticial extensible. Si el tejido conjuntivo es débil, los adipocitos del tejido subcutáneo pueden abrirse camino a través de las fibras de colágeno y hacerse visibles en la superficie de la piel. Se produce así una acumulación adiposa y aparecen esos bultitos y hoyuelos en la superficie de la piel que conocemos con el nombre de “celulitis” o “piel de naranja”.

Existen tres grados de intensidad de la celulitis:

Grado 1: Se observan pequeñas protuberancias en la piel al apretarla o pellizcarla.
Grado 2: Se ven pequeñas protuberancias sin aplicar presión con los dedos, simplemente estando de pie o según la luz que haya.
Grado 3: Los hoyuelos son claramente visibles.

frau mit einer wasserflasche in der hand — ©The Good Brigade

¿Por qué hay más celulitis en vientre, piernas y glúteos?

Muchas mujeres saben de sobra en qué áreas se acumula más grasa. En la mayoría de los cuerpos, a la celulitis le encanta asentarse en el vientre, las piernas y los glúteos, especialmente la zona de las cartucheras y las nalgas. Pero ¿por qué?

El estrógeno, la hormona involucrada en el ciclo menstrual y con un papel importante durante el embarazo, es responsable de la acumulación de grasas en muslos y glúteos. Esto sucede porque, en estas zonas, la grasa se abre camino más fácilmente a través de tejido conjuntivo: los estrógenos estimulan a que las fibras de colágeno ganen elasticidad y, como resultado, el tejido conjuntivo se debilita y las pequeñas protuberancias se hacen visibles.

¿Por qué los hombres no tienen celulitis?

Es raro que un hombre tenga celulitis (sí, lo sabemos, es injusto). Esto se debe principalmente al hecho de que su hipodermis está estructurada de manera diferente a la de las mujeres: las fibras de colágeno masculinas tienen forma de red, a diferencia de la disposición paralela en el caso de la mujer. Por lo tanto, las células adiposas del cuerpo femenino pueden salir a la superficie más fácilmente que las del masculino.

Además de un tejido conjuntivo más débil, otra de las causas es que la piel femenina suele ser más fina que la masculina. Por ese motivo, cuando aparecen pequeñas protuberancias, son más visibles. Asimismo, los hombres tienen menos grasa corporal que las mujeres y tienden a retener líquidos mucho menos.

La distribución de la grasa corporal también varía de un sexo a otro. En un hombre, la zona abdominal tiende a acumular normalmente más grasa, la cual se almacena con mayor frecuencia entre los órganos. Por su parte, el cuerpo femenino la almacena debajo de la piel en las zonas ya mencionadas (piernas, glúteos, a veces brazos…).

Ten en cuenta que la mayoría de las veces no se precisa seguir un tratamiento, porque nada de esto pone la salud en riesgo. Sin embargo, la grasa abdominal interna, también llamada “grasa visceral”, plantea más riesgos, ya que se acumula alrededor de los órganos internos. Esto puede desembocar en problemas como presión arterial alta o hipertensión y enfermedades cardiovasculares y metabólicas. En este caso, sí que se recomienda acudir a un/a especialista para buscar una solución.

¿Qué causa celulitis?

La genética juega un papel importantísimo en la aparición de la celulitis y pueden padecerla personas (especialmente mujeres) con cualquier apariencia, da igual la forma y el tamaño de su cuerpo.

Los pequeños depósitos de adipocitos se hacen más visibles si el tejido conjuntivo es débil, el cual aparece a raíz de la falta de fibras de colágeno, ya que, como hemos explicado, eso permite que las células grasas pasen a la superficie con mayor facilidad. Este fenómeno es natural porque, con el tiempo, la producción de colágeno en el organismo disminuye. Y como no podemos cambiar la genética ni frenar la disminución de colágeno, lo mejor es que no te presiones y te aceptes tal y como eres.

En todo caso, existen algunos factores que pueden incrementar el desarrollo de celulitis. Ahí sí que está en tu mano hacer algo para prevenirlo. Si esto entra dentro de tus objetivos, entonces échale un vistazo a los siguientes aspectos que favorecen la aparición de celulitis:

Poca actividad física

Si a diario nos movemos muy poco, la circulación sanguínea se deteriora, con lo que el porcentaje muscular disminuirá y aumentará la cantidad de grasas. Gracias al deporte y al ejercicio, gozamos de un mejor flujo sanguíneo y, como resultado, las células pueden recibir los nutrientes importantes mucho mejor. A través del entrenamiento, no solo te pones en forma y evitas tener una mala circulación, sino que puedes reducir la celulitis, porque le indicas a tu organismo que desarrolle más músculo, lo cual aumenta la síntesis de colágeno y ayuda a reafirmar la piel.

Sobrepeso

Cuanto mayor sea el porcentaje de grasa corporal, más aumentará el grosor de la capa de grasa subcutánea. En consecuencia, habrá más células grasas presentes, lo cual puede incrementar el grado de celulitis. Para evitarlo, asegúrate de llevar una dieta saludable y evita los alimentos grasos y azucarados. Si no sabes cómo hacerlo, siempre puedes acudir a un/a especialista para que te guíe.

Dietas muy estrictas

Una dieta muy estricta puede tener consecuencias negativas en el tejido conjuntivo, además de favorecer el efecto yo-yo al perder peso demasiado rápido. A veces, esto puede alimentar la celulitis. Por eso te recomendamos que sigas una dieta sana, que te acercará a tus objetivos sin tener que sufrir el dichoso efecto yo-yo ni consecuencias negativas en la salud.

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Malos hábitos

Fumar, beber alcohol y la falta de sueño son solo algunas de las cosas que tienen un impacto negativo en la salud y el aspecto de la piel. La nicotina estrecha los vasos sanguíneos, reduce el flujo natural de la sangre y afecta a la microcirculación. La mala circulación sanguínea ralentiza el metabolismo en ciertas zonas corporales y debilita la estructura de colágeno del tejido conjuntivo.

El alcohol contiene muchas calorías y no dormir lo suficiente puede aumentar el apetito. Ambos factores contribuyen al aumento de peso a largo plazo. Además, un incremento en el porcentaje de grasa corporal promueve a su vez la aparición de celulitis.

Consejo de nuestra redacción: Encuentre tu propio equilibrio e intenta desarrollar hábitos saludables. Una ruptura de los patrones negativos en tus hábitos será muy beneficiosa para tu cuerpo y tu bienestar general.

Celulitis: conclusiones

La celulitis no supone ningún problema físico y no requiere ningún tratamiento, porque es completamente normal.
Existe un tipo de infección causada por bacterias también llamada celulitis. En casos con síntomas como enrojecimiento y dolor de cabeza, conviene que el/la paciente vaya al médico y siga un tratamiento.
La aparición de celulitis está determinada por causas como la genética o un tejido conjuntivo débil.
Los hombres tienen una estructura cutánea diferente que hace que casi nunca tengan piel de naranja.
No se puede erradicar por completo la celulitis, pero sí se puede reducir.
El ejercicio, una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable mejoran el bienestar de las personas, lo cual ayuda a la eliminación de grasas y a la reducción de celulitis.

Fuentes del artículo

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