7 consejos para incorporar la filosofía del yoga a tu día a día

Por qué el yoga va mucho más allá de una sesión de ejercicio sobre una esterilla.

5 min

Por Franzi Orthey

¿Por qué confiar en nosotros?

Entre todo el estrés del día a día siempre pensamos en buscar un poco de equilibrio y armonía. En ese sentido, también buscamos prácticas que nos ayuden, como el yoga. Pero… ¡atención! Lo normal es que siempre nos encontremos con el mismo problema: el clásico “no tengo tiempo”. Y es que la mayoría de personas cree que se necesita mucho tiempo para llevar los beneficios del yoga a su vida, pero en realidad un par de minutos ya pueden ayudarnos, tanto a nivel físico como mental.

Hay muchas maneras de practicar yoga e integrarlo a tu rutina, no necesitas seguir una clase de una hora para beneficiarte de todas sus ventajas. El yoga es mucho más que la práctica sobre la esterilla; es un estilo y una filosofía de vida, una forma de vivir nuestra existencia. Por eso, los yoguis intentan trasladar a su vida la actitud que practican sobre la esterilla. Cuando entiendas esto, verás todos los ámbitos en los que el yoga te puede ayudar en tu día a día y todo ello sin necesidad de sacar la esterilla y ponerte a practicar asanas.

¿Quieres saber cómo puedes incorporar la filosofía del yoga a tu vida diaria? ¡Sigue leyendo!

#1 Karma Yoga: haz cosas buenas

Hacer cosas buenas es fácil y nos regala un profundo sentimiento de felicidad. El Karma Yoga es una de las partes esenciales del camino de los yoguis desde que empiezan a dar sus primeros pasos en esta filosofía. El Karma Yoga consiste en hacer cosas desinteresadamente, es decir, sin esperar nada a cambio o sin buscar ganar dinero con ello. A veces, una simple sonrisa es suficiente. Quizá un par de palabras bonitas, una carta o dar las gracias de verdad. No tiene que ser algo que cambie el mundo. A tu familia, amigos o compañeros de trabajo seguro que les alegras el día con alguno de estos pequeños detalles.

Consejo: ¿Se te ocurre alguna otra forma de alegrarle el día a tu círculo de personas? Nuestros muffins proteicos de chocolate seguro que te ayudan. Por supuesto, si quieres acumular más karma, también puedes donar dinero a aquellos proyectos con los que te identifiques o trabajar como voluntario.

#2 Sé más consciente

La atención plena está en boca de todo el mundo, pero ¿qué significa realmente? ¿Recuerdas cuándo fue la última vez que cerraste los ojos para oler, escuchar y sentir todo lo que te rodeaba? Pues eso es la atención plena: estar presente en el momento, sin ninguna distracción, sin hacer nada más. De esta forma, eres más consciente de todo lo que ocurre a tu alrededor y lo percibes con mucha más sensibilidad.

La atención plena te puede ser muy útil en tu vida diaria. En lugar de sobrecargar tu cerebro haciendo millones de tareas a la vez, te ayuda a aprender a concentrarte. Hay muchos ejercicios para conseguirlo. Por ejemplo, intenta respirar cerrando los ojos y centrándote en cómo el aire entra y sale de tu cuerpo. Dejar el móvil a un lado y concentrarte en alguna otra actividad, también te ayuda a entrenar tu atención plena.

¿Buscas más formas de llevar más paz a tu día a día? Aquí te dejamos 9 consejos para relajarte rápidamente.

#3 Vive con menos

Tenemos de todo y, aun así, siempre queremos más. A veces incluso tenemos miedo de no tener suficientes cosas. Pero seamos sinceros, ¿tiene que ser así? No. ¿Es algo que te hace feliz? NO. El yoga tiene un lema: menos es más. El “aparigraha”, la modestia, es lo que debemos practicar. En lugar de acumular cosas que no necesitamos, el camino de la felicidad consiste en soltar lastre y preguntarse siempre: ¿de verdad necesito esto? Eso no significa que tengas que deshacerte de todas tus cosas, sino de aquellas que ya no necesites y, por supuesto, no comprar otras que vayan a acabar en un rincón cogiendo polvo. Acumula menos, lleva una vida más minimalista y piensa en si te sientes más libre teniendo menos. ¿No sabes por dónde empezar? Échale un ojo a estos 7 pasos para poner más orden en tu vida.

#4 Da las gracias

Intenta dedicar dos minutos a pensar en esas cosas que tienes y que pasan en tu vida y por las que te gustaría dar las gracias. Notarás que el tiempo pasa volando porque, una vez que empiezas, no te bastará con dos minutos. De repente, un pequeño momento de gratitud se convierte en todo un espectáculo de fuegos artificiales que inunda tu corazón con un profundo sentimiento de felicidad. Y sí, esto también es yoga: ser consciente de las pequeñas cosas que te hacen verdaderamente rico. Dar las gracias es una parte importante del yoga que puedes integrar fácilmente en tu vida diaria. Puedes dedicar tiempo a esto por la mañana o por la noche e incluso puedes recopilar todos tus pensamientos en un diario de gratitud.

#5 Establece rutinas

Las rutinas son acciones que, al repetirlas muchas veces, pasan a formar parte de tu vida cotidiana en algún momento y las haces sin tener que pensar en ellas. Proporcionan estructura, estabilidad y calman la mente. En el yoga, se cree que la rutina y la regularidad nos ayudan a estar más relajados. En tu caso, puedes optar por practicar yoga siempre por la mañana o por la tarde, hacer ejercicios de respiración, meditación o salir a pasear todos los días. No importa las rutinas que decidas construir, dedicarte tiempo a ti mismo es también una forma de autocuidado y algo que te ayuda a acercarte a ti mismo. Es yoga.

#6 No seas tan duro contigo mismo

¿Reconoces esa voz interior que siempre encuentra algo que criticar? Nada de lo que haces es lo suficientemente bueno y todo podría ir siempre mejor. La mayoría de las veces somos nosotros mismos quienes más nos criticamos y se nos da muy bien menospreciarnos. Ponle fin a esta actitud. Integrar más yoga en tu vida cotidiana significa también tener más empatía, con los demás y contigo mismo. Alábate más a menudo, critícate menos y no te juzgues. Seguramente no te será fácil, pero es muy importante que practiques para dejar atrás este tipo de pensamientos negativos. Aprende a perdonarte cuando las cosas no salen como quieres. Sé honesto contigo mismo y piensa en lo que puedes dar en un momento concreto. No te fuerces a hacer cosas que no te sientan bien. Recuérdate a ti mismo que lo estás haciendo bien.

#7 Canta y baila

¿Crees que el yoga es todo, calma, paz y reflexión? Pues la verdad es que no. El yoga también es alegría y felicidad. Si hace tiempo que no lo haces, ya estás tardando en subir la música, cantar, bailar y pasártelo bien. La música siempre ha sido un alivio contra la tristeza y el mal humor, principalmente porque las vibraciones tienen un efecto armonizador sobre el organismo. Los yoguis utilizan cantos especiales, los llamados mantras, para este fin, pero tu canción favorita también puede hacer maravillas. Y mientras sientas un poco de felicidad, puedes estar seguro de que eso es yoga.

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Fuentes del artículo

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