4 motivos por los que deberías salir a correr con lluvia

¡A mal tiempo, buena cara!

8 min

©Erik Isakson

Por Julia-Sarah Hennig

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Cuando llega el mal tiempo, suelen bajar los niveles de motivación. Pero lo cierto es que correr bajo la lluvia puede incluso tener beneficios. Eso sí, para que tu entrenamiento sea todo un éxito a pesar de la lluvia y el frío, debes tener en cuenta algunos puntos, como llevar la ropa adecuada o practicar el calentamiento correcto. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre correr bajo la lluvia y te preparamos para tu próxima carrera.

Correr con lluvia: trucos para no depender del tiempo

¡Que la lluvia no te quite las ganas de correr! Aprovecha los beneficios de entrenar con lluvia, como fortalecer el sistema inmunológico y la mente y mejorar la autoestima. Estos consejos te ayudarán a disfrutar del running bajo la lluvia. Y para ayudarte a seguir adelante sin perder velocidad, llévate nuestra Endurance Drink a tu próxima carrera.

Ahora es el momento de ponerse manos a la obra. Estos consejos te ayudarán a disfrutar del running bajo la lluvia.

1. Calienta en el interior

Antes de empezar a correr lentamente en la calle o en el parque, haz un pequeño calentamiento dentro de algún sitio para evitar congelarte. Cuando hace frío, los músculos tardan más en entrar en calor, así que, en lugar de calentar fuera, haz ejercicios de movilidad, estiramientos dinámicos, sentadillas y saltos de tijera antes de salir. Aquí encontrarás consejos para un calentamiento perfecto.

2. Elige un buen terreno

Correr en la ciudad, sobre asfalto, es más fácil porque resbala menos y te permite acelerar el ritmo hasta con lluvia. Pero si lo tuyo es la carrera de senderos o trail running, haz las rutas poco a poco para acostumbrarte de forma segura a las condiciones climáticas adversas.

Para correr sobre nieve, hay que andarse con cuidado. Si entrenas en invierno, la nieve fresca no debería ser un problema, ya que hay menos riesgo de resbalones. Sin embargo, la nieve compacta puede ser muy resbaladiza, así que intenta no correr cuando está pisoteada o apelmazada. Puedes hacerlo, eso sí, en lugares donde ya haya grava o sal. Y, cuando haya demasiada nieve, mejor opta por la cinta de correr en el gimnasio.

Tener un destino o un recorrido prefijado te ayudará a motivarte: si sabes a dónde vas y cuánto tiempo tardas, lo único que necesitas es salir de casa y hacer el trayecto elegido. Sin embargo, si vas decidiendo qué camino tomar sobre la marcha, es muy probable que te desanimes y desmotives y te vayas a casa antes de la cuenta, por mucho que te hayas preparado para correr mientras llueve.

Otra ventaja de correr bajo la lluvia es que no sale mucha gente, así que ¡las calles, los parques y los bosques son todo tuyos!

3. Corre durante un buen rato en lugar de hacer un entrenamiento por intervalos de alta intensidad

Tanto una pista de atletismo de tartán como un sendero natural pueden convertirse rápidamente en un terreno resbaladizo cuando hay mucha humedad. Si tus zapatos no están perfectamente adaptados, lo mejor es reducir la velocidad y aumentar el tiempo de carrera.

Si optas por hacer un entrenamiento por intervalos, ten en cuenta que es algo muy intenso para el sistema respiratorio en climas extremadamente fríos. Asegúrate de llevar la ropa adecuada y da tiempo a tu cuerpo para que se acostumbre a las bajas temperaturas.

4. Date una ducha relajante

¡Te mereces una ducha caliente después de correr bajo la lluvia! Hay pocas cosas más placenteras que darse una ducha caliente (o un baño) cuando hace mucho frío. Camina lentamente los últimos metros y métete en la ducha nada más llegar a casa para no enfriarte. Haz los estiramientos y los ejercicios de movilidad al salir de la ducha.

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5. Escucha música cuando corres

Encuentra música que te motive y te mantenga a buen ritmo. Escuchar música mientras trotas te ayuda a darlo todo, incluso cuando está lloviendo. Si no te va mucho, también puedes distraerte del frío escuchando un audiolibro o un podcast mientras corres.

La ropa adecuada para correr con mal tiempo

Ya conoces el dicho: “Ande yo caliente, ríase la gente”. Haz caso al refranero español y equípate con la ropa y los zapatos adecuados. Si te abrigas bien, correr bajo la lluvia te resultará tan agradable como hacerlo con sol, algunas nubes y una ligera brisa. La ropa y las zapatillas adecuadas ayudan a regular la temperatura corporal y protegen de la cabeza a los pies cuando hace viento y frío.

Te recomendamos llevar ropa y calzado deportivo adecuados no solo para correr sino también para cualquier otro deporte que quieras practicar al aire libre, con buen o mal tiempo.

1. Calzado para correr: ¿tiene que ser impermeable?

Para correr mucho rato con nieve o charcos, las zapatillas impermeables suponen una mayor comodidad. Mantener los pies secos resulta mucho más agradable que sentir que caminas sobre una esponja a cada paso.

Sin embargo, si planeas correr bajo la lluvia un par de veces, invertir en calzado impermeable puede que no valga la pena, porque suele ser menos transpirable que las zapatillas de correr normales.

Otro criterio para saber si las zapatillas deportivas están diseñadas para la lluvia y el invierno es la suela. Las zapatillas de trail tienen una suela un poco más adherente que las normales, por lo que son una buena opción para superficies resbaladizas.

Consejo de nuestra redacción: Encontrar el calzado adecuado requiere ciertos conocimientos. En nuestro artículo sobre zapatillas perfectas para correr, encontrarás muy buenos consejos.

2. Calcetines para correr

Los calcetines para correr pueden parecerte demasiado caros para la poca tela que tienen. Sin embargo, merece la pena invertir en ellos. Los calcetines para correr bien ajustados se quedarán en su sitio, incluso cuando corras bajo la lluvia. Están especialmente diseñados para grandes esfuerzos y se adaptan a todas las condiciones climáticas. Los calcetines que absorben agua y comienzan a bajarse con cualquier movimiento no solo son molestos, sino que también hacen que salgan ampollas.

3. Pantalones: mejor ajustados y diseñados para la carrera

Es difícil tener frío en las piernas al correr. Muchos corredores llevan pantalones cortos con temperatura de hasta 10 grados como mínimo, incluso cuando llueve. Si tienes demasiado frío, en la mayoría de los casos lo mejor es evitar telas absorbentes como el algodón e invertir en un par de mallas para correr de un tejido finito que no absorba el agua.

En cuanto a los pantalones largos para correr, es mejor llevarlos ajustados. Los pantalones de entrenamiento anchos generalmente están hechos de una tela diferente y absorben el agua más rápido, con lo que se vuelven pesados e incómodos, porque se bajan todo el rato.

4. Vivan las capas

Llevar más capas que una cebolla siempre es útil para ir adaptándose a los cambios de temperatura y ritmo.

Cuando corras bajo la lluvia, procura que la capa exterior sea una chaqueta impermeable funcional o para correr. Dependiendo de la temperatura, suele ser suficiente llevar una camiseta ajustada o una camiseta de manga larga debajo de la chaqueta. Las chaquetas impermeables con cremallera debajo de las axilas para la ventilación son especialmente cómodas y adecuadas para el running.

Si tiritas un poco cuando empiezas a correr, eso significa que te has vestido correctamente, porque pronto empezarás a entrar en calor. Cuando te abrigas demasiado y sudas a través de la ropa, la sensación resulta muy desagradable, especialmente si hace viento. No dudes en quitarte y ponerte capas según el ritmo que lleves: si la parte final la haces caminando, por ejemplo, ponte la chaqueta durante los últimos minutos para no resfriarte.

Elige ropa funcional para las capas. La ropa ajustada es mejor porque no se levanta y el aire no te entra por los huecos, con lo que se mantiene mejor la temperatura corporal.

5. Protección de las zonas sensibles al frío

Cuando corres bajo la lluvia, debes procurar mantener el calor en las manos, el cuello y las orejas.

Seguro que alguna vez has tenido la sensación de no atinar a meter la llave en la cerradura cuando vuelves a casa porque tienes las manos congeladas y te tiemblan: la solución son los guantes térmicos e impermeables.

También son muy útiles los pañuelos, bufandas o bragas, tanto para el cuello como si te los pones como diadema para protegerte las orejas o como gorro para evitar perder calor por la cabeza. Una gorra con visera te protege los ojos de la lluvia y, además, te la puedes poner sobre un gorro de tela fina cuando haga mucho frío.

Consejo de nuestra redacción: Lleva siempre contigo dos pañuelos cuando el tiempo sea impredecible, uno para el cuello y otro para la cabeza. Si en algún momento tienes demasiado calor, te los puedes atar a la muñeca.

6. Mayor visibilidad

Puede que alguna vez has visto desde el coche en el último momento a un corredor vestido de negro a un lado de la carretera. ¡Es muy peligroso! Como cuando llueve suele estar oscuro, lleva ropa con suficientes detalles reflectantes para salir a correr bajo la lluvia y en la oscuridad.

¿Por qué salir a correr cuando llueve y hace viento?

Correr bajo la lluvia fortalece el cuerpo y la mente. En un momento dado, te darás cuenta de que el tiempo es una circunstancia y no una excusa y ya no lo dejarás para otro día. Cuando de verdad queremos correr, las ganas son más importantes que el clima. Hasta que llegues al punto en el que el tiempo ya no te moleste, aférrate a estas tres razones para motivarte y no posponer la sesión de running una y otra vez.

Correr con lluvia…

Refuerza el sistema inmunitario

Tal y como sucede con los músculos y la resistencia, el sistema inmunitario también se fortalece gracias a los desafíos. El movimiento combinado con las diferencias entre la temperatura exterior y la temperatura corporal le obligan a tu cuerpo a adaptarse. Cuando corres bajo la lluvia, trabajas la termorregulación: el cuerpo aprende a almacenar mejor el calor y a enfriarse de manera más eficiente en verano. Al hacer ejercicio intensivo con regularidad en diferentes condiciones climáticas, aprenderás a adaptarte mejor a cada clima.

Nos hace más rápidos

El tiempo que corres depende de ti. La lluvia te hará acelerar el ritmo, tanto si haces running durante una tormenta de verano como si te empapas con las frías gotas del invierno. En lugar de pensar en las condiciones adversas, concéntrate en el rendimiento durante la carrera. Mantén el ritmo y concéntrate en la respiración. Ignora el frío y la humedad y disfruta del ejercicio.

Fortalece la salud mental

Tú llevas las riendas: no dejes que el clima decida por ti. Con esto en mente, sentirás una mayor responsabilidad y control sobre tus decisiones, algo que puedes trasladar a otras áreas de tu vida. Un entrenamiento regular que te saque de tu zona de confort te ayudará a fortalecer la mente y decidir qué es lo que realmente quieres, incluso en circunstancias adversas.

Desarrolla tu carácter para alcanzar objetivos

Si dejas que el clima decida tu plan de entrenamiento, ¿por qué molestarte en diseñar uno? El mal tiempo puede ser un motivo para cancelar el ejercicio en casos extremos (por ejemplo, cuando hiela). Pero mientras no haga un tiempo insoportable o condiciones peligrosas, no lo uses como excusa para que venza la pereza. La lluvia te mojará la cara, sí, pero nadie te va a quitar la sensación de logro de después de correr.

Correr con lluvia: conclusiones

Correr bajo la lluvia mejora el sistema inmunológico, la fuerza de voluntad y la actitud hacia el deporte y hacia ti como runner.
La ropa adecuada para correr bajo la lluvia es ropa deportiva funcional, con capas que te puedas poner y quitar. Lo mejor es sentir algo de frío al comenzar y que se pase a los pocos minutos de corres. Se debe evitar el algodón porque absorbe el agua demasiado rápido, se vuelve pesado y no se seca.
Puedes usar una chaqueta diseñada específicamente para correr o una chaqueta impermeable.

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Fuentes del artículo

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