3 cosas que fallan en tu gestión del peso
En la vida pasamos por diferentes fases. Lo mismo ocurre con nuestros cuerpos, y eso es algo completamente normal. Cuando decides perder unos cuantos kilos, hay muchos factores en juego. Suficiente ejercicio, una dieta sana, la actitud adecuada y la disciplina son los elementos básicos para gestionar el peso con éxito.
Sin embargo, seguir un estilo de vida saludable no significa automáticamente que perdamos peso (lo cual es bueno). Si pesas más ahora que cuando eras estudiante, o incluso más que hace un año, pero en general te sientes cómodo/a con tu cuerpo y tienes la energía que necesitas para hacer frente a tus entrenamientos y a la vida cotidiana, es posible que no tengas que cambiar tantas cosas como crees.
Incluso los pequeños cambios pueden ser suficientes. Tenemos algunos consejos y elementos de reflexión para repasar tu estilo de vida saludable en algunos aspectos y mejorarlo. Y si tus viejos vaqueros favoritos te acaban quedando mejor, genial.
También vale la pena leer: Si ya está demasiado arraigada en ti la mentalidad de seguir una dieta, descubre aquí cómo deshacerte de ella.
#1 No comes suficiente (proteína)
Una gestión del peso satisfactoria implica la ingesta de todos los macronutrientes importantes, es decir, hidratos de carbono, grasas y, sobre todo, proteínas. Numerosos estudios han demostrado que tomar una cantidad de proteínas superior a la cantidad diaria recomendada (al menos 0,8 g por kilo de peso corporal) puede reducir el peso y mejorar la composición corporal al disminuir el porcentaje de grasa. Los participantes consumieron hasta 1,6 g de proteína por kg de peso al día, lo que significa 112 g de proteína al día para una persona de 70 kg.
Además, de esta forma se evita el conocido efecto yo-yo, lo que significa que no solo puedes perder peso, sino también mantenerlo. Puedes ajustar tu ingesta hasta 2,1 g de proteínas en función de tu sensación de saciedad pero, según los estudios, no obtendrás ningún efecto más allá de eso.
Asegúrate de consumir suficiente energía en general, y no experimentes con dietas o déficits calóricos solo por querer ver resultados lo antes posible. Estos planteamientos pueden funcionar a corto plazo, pero no son saludables ni sostenibles. Tu cuerpo se adaptará rápidamente a la ingesta reducida de calorías y tu metabolismo se ajustará. No se puede destruir, como a menudo se afirma. Sin embargo, tu tasa metabólica será más baja y tu cuerpo será más sensible a diversas hormonas y neurotransmisores. Lee más sobre las consecuencias de las dietas de choque aquí.
Para alcanzar eficazmente tu objetivo, es importante que comprendas las necesidades individuales de tu cuerpo. No hay dos cuerpos iguales y es difícil generalizar sobre consejos nutricionales. Lo que lleva a una persona a perder peso, puede llevar a la frustración por estancamiento a otra. Para ayudarte de la mejor manera posible, los expertos de foodspring están a tu disposición y te apoyan con sus conocimientos sobre ejercicio, nutrición y un estilo de vida saludable. Pide ahora tu cita para una consulta gratuita.
#2 Sufres estrés
Meditar, yoga, nada de teléfonos móviles en el dormitorio… Ya conoces todos los consejos bienintencionados para reducir definitivamente el estrés y tranquilizarte. Pero la mayoría de las veces no tienes tiempo, y pospones ese tiempo que necesitas para ti urgentemente. A ver si la semana que viene puedo, a ver si después de la próxima reunión…
Pero ese es exactamente el momento en que más necesitas relajarte. Si estás estresado, intentas perder peso y luego te das cuenta de que no tienes tanto éxito como te gustaría, es inevitable que te estreses aún más. Esto puede ser especialmente contraproducente para tu gestión del peso, como demuestra la ciencia. En un estudio, los participantes de un grupo de intervención tomaron parte en un programa de relajación y consiguieron reducir su peso corporal en comparación con el grupo de control. Y no solo un día a tope puede resultar estresante, sino también el sobreentrenamiento.
No tienes que quemar compulsivamente barritas de incienso y meditar en silencio durante 60 minutos (aunque si puedes hacerlo, mejor). Encuentra tu propia rutina y tómate pequeños descansos, te daremos la inspiración que necesitas.
#3 Te guías por el número que marca la báscula
Si quieres perder peso, probablemente quieras reducir la grasa corporal, no la masa muscular. Con una dieta sana y un entrenamiento de fuerza regular puedes conseguirlo, pero no se reflejará necesariamente en una cifra más baja en la báscula. Si el número se mantiene o incluso aumenta ligeramente, no significa que tu control de peso no esté funcionando. Al revés. Contrariamente al mito del fitness, los músculos no pesan directamente más que la grasa, porque un kilo sigue siendo un kilo. Sin embargo, tienen mayor densidad, por lo que una célula muscular pesa más que una célula grasa. Así que si ganas músculo y pierdes grasa corporal, el número de la báscula puede permanecer igual o incluso subir ligeramente, pero seguirás sintiéndote más en forma y notarás las diferencias en el espejo.
Así que no te dejes engañar por tu báscula y busca otros indicadores que te digan si estás cumpliendo tu objetivo. ¿Cómo te quedan los vaqueros? ¿Puedes mover más peso y te despiertas sintiéndote mejor por las mañanas? Si es así, vas por buen camino.
Para saber más sobre este tema en foodspring:
- Motivación: Tu fórmula para entrenar con éxito
- Entrenamiento con pesas: efectos, ejercicios y consejos para principiantes
- 5 consejos sencillos para no despistarse en los entrenamientos
Fuentes del artículo
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