Pero… ¿sirve realmente sudar para combatir el resfriado, la fiebre o la tos? ¿Acaso es útil hacer deporte para sudar durante un resfriado o es contraproductivo? Aquí te explicamos qué tiene de mito esta creencia y si el sudor ayuda realmente contra un resfriado.
¿Conviene “transpirar” como remedio casero contra el próximo resfriado?
Un baño caliente, pasar un rato prolongado en la sauna y abrigarse bien al acabar para sudar a chorros. Combatir un resfriado sudando es un método extendido y un consejo bienintencionado a la hora de combatir los virus. Las temperaturas elevadas estimulan además particularmente la circulación sanguínea.
Medidas adecuadas para activar la transpiración:
- Baños de vapor y de pies
- Calentadores
- Sales de baño epeciales
- Tés estimulantes
Una temperatura corporal elevada conlleva un aumento en la transpiración gracias al cual los virus indeseados son literalmente eliminados del cuerpo.
Es cierto que todo esto suena muy bien, pero ponerlo en práctica no es tan fácil como pueda parecer. Los virus no pueden ser simplemente expulsados del organismo a través de la transpiración. Un aporte calorífico más pronunciado facilita un aumento de la humedad de las membranas mucosas complicando así la tarea de los agentes patógenos:
- la secreción nasal se vuelve más fluida, facilitando así la expulsión de virus
- la temperatura elevada acarrea un aumento en la producción de anticuerpos
- gracias a la circulación sanguínea mejorada, los anticuerpos acceden con mayor facilidad a los patógenos
El aumento de la temperatura implica no obstante un mayor esfuerzo para el riego sanguíneo y para cuerpo, ya que necesitan una mayor cantidad de energía para regular la temperatura elevada que no puede emplear para combatir el resfriado. La circulación se ve por lo tanto debilitada. Sobre todo, en el caso de la fiebre puede producirse una acumulación de calor porque al cuerpo le resulta más complicado expeler el calor.
Sudar mucho para curarse no implica por lo tanto necesariamente que uno deje de estar enfermo y puede incluso provocar en los peores casos un empeoramiento de la salud.
Por qué la transpiración solo ayuda de forma relativa contra un catarro
El efecto de la transpiración no tiene por qué ser exclusivamente positivo o negativo, ya que la extensión y la gravedad de los síntomas que se presentan en caso de un resfriado juegan un papel determinante. En el caso de que se trate de un catarro leve que afecte únicamente a la zona de la nariz y no al resto del cuerpo, la transpiración puede ayudar a fortalecer la reacción inmunológica en esta área acelerando así el proceso de curación.
Es conveniente actuar con precaución en caso de que uno padezca fiebre, dolor en las extremidades y la garganta o tos además del catarro. Por eso recomendamos que se evite la transpiración si se tiene un catarro más pronunciado, ya que el cuerpo necesita una mayor cantidad de energía para librarse del exceso de calor y normalizar la temperatura corporal, provocando así un mayor estrés y un debilitamiento del corazón y de la circulación sanguínea.