Cultura de la dieta: desafíala y toma el control sobre tu cuerpo

… y cómo reconocer que has entrado en un círculo vicioso de dietas.

3 min

©Oscar Wong

Por Leyla Spiesky

¿Por qué confiar en nosotros?

¿Te has sorprendido alguna vez clasificando los alimentos en “buenos” y “malos”, reduciendo las calorías después de un fin de semana cargadito de dulces y patatas fritas o prohibiéndote según qué comidas? Entonces, estás viviendo, como la gran mayoría de la sociedad moderna, en la llamada “cultura de dieta”.

La cultura de dieta nos hace creer que nuestro peso y nuestra apariencia van antes que nuestro bienestar. Todo a nuestro alrededor nos dice que para estar sanos y ser felices debemos estar delgados. Pero todos sabemos que el aspecto exterior no es un espejo de cómo estamos por dentro. Estar metido en esta cultura también significa estar siempre a dieta y ver a tu cuerpo como un enemigo en vez de como un amigo. Y nosotros no creemos que eso sea para nada saludable. En este artículo, los científicos Vartanian y Porter aseguran que la concepción negativa que tenemos del peso puede llevarnos a seguir una mala alimentación y a coger peso. ¿Quieres saber cómo puedes aprender a escuchar las señales naturales de tu cuerpo y acabar con ese sentimiento de culpa y vergüenza que te asalta por el simple hecho de comer lo que quieres? En este artículo, te enseñamos cómo desafiar a la cultura de dieta.

#1 Aprende a identificar la cultura de dieta

Lo más difícil de desafiar a la cultura de dieta es que está tan asentada en nuestro cerebro que vivimos con ella de forma totalmente inconsciente. Así que lo primero que tienes que hacer es reflexionar sobre tu propio comportamiento. A continuación, te damos algunos puntos importantes que puedes identificar con esta cultura. ¿Te son familiares? Entonces, te recomendamos que intentes cambiar tu mentalidad de forma activa. También es interesante que te fijes en cuándo te asaltan estos pensamientos. Intenta ser consciente de ellos la próxima vez, pero no los juzgues.

No paras de empezar una dieta detrás de otra.
Clasificas a los productos del supermercado en “buenos” o “malos.
Tienes prohibidos varios alimentos y productos.
El peso que marca la báscula determina si estás de buen o mal humor durante el resto del día.
Entrenas como castigo por haber comido “demasiado”.
O comes en exceso o sigues una dieta estricta, pero nunca tienes una relación sana con la comida.

#2 Aprende a comer de forma intuitiva

Come lo que te apetezca, sin atender a ninguna regla. ¿Crees que suena demasiado bonito para ser verdad? Déjanos decirte que comer de forma intuitiva es algo que hacemos desde que nacemos, pero lo vamos olvidando a lo largo de nuestra vida. El concepto de “alimentación intuitiva” fue desarrollado en 1995 por dos nutricionistas, Evelyn Tribole y Elyse Resch, y se centra en la conexión entre el cuerpo y la mente. Las bases de la alimentación intuitiva son justo lo contrario a las de las dietas: se trata de no librar una batalla en contra de la comida que al final conduzca a un exceso indeseado; simplemente, debemos hacer caso a las señales que nos manda nuestro cuerpo. Adiós a los planes de alimentación, a las prohibiciones y al sentimiento de culpa después de comer.

Más información: Alimentación intuitiva: qué es y cómo practicarla.

#3 Olvídate de la báscula

¿El peso que marca la báscula determina si vas a estar de buen o de mal humor o lo que vas a comer ese día? Entonces, te recomendamos que te deshagas de ella.

Además, si tienes algún objetivo en mente, tampoco es la mejor herramienta que puedes usar para medir tu progreso. ¿Por qué? Porque si mides el peso de todo tu cuerpo en conjunto, no sabrás dónde has ganado o perdido peso específicamente. ¿No sabes de lo que estamos hablando? Échale un vistazo a este artículo para aprender a pesarte correctamente.

#4 Fortalece la relación contigo mismo

Eres mucho más que un número o la forma de tu cuerpo. Grábatelo a fuego en la mente y fortalece la relación que tienes contigo. Pasa más tiempo conociéndote y practicando mindfulness. Disfrútalo, porque es el tiempo más valioso que tienes.

#5 Pon tu atención en otra cosa

Todos tus pensamientos se centran en la comida. Qué has comido, qué estás comiendo y si deberías estar haciéndolo. Sal de ese huracán de pensamientos y busca otras cosas que te interesen. Encuentra nuevos objetivos que no conlleven ningún tipo de prohibiciones. Confía en tu cuerpo; puede aprender de nuevo a escuchar sus propias señales naturales.

#6 La sinceridad es clave. ¡No te engañes!

¿Sientes que no puedes controlar a tu cerebro y se va todo el rato a pensamientos sobre tu peso, la comida y cómo adelgazar? Entonces, te recomendamos que no te dejes engañar y que vayas al médico para contárselo porque la situación se te podría ir de las manos.

Recuerda no ser demasiado duro contigo mismo. Cambiar la mentalidad y desarrollar una relación positiva con la comida es un proceso difícil que lleva tiempo.

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Fuentes del artículo

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