Hatha Yoga: un estilo de yoga que aumenta la fuerza y fomenta la relajación
El hatha yoga es uno de los estilos de yoga más populares del mundo. A través de ejercicios físicos y respiratorios, con esta práctica se fortalecen los músculos, se aumenta la flexibilidad y se relaja la mente. En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre el hatha yoga.
¿Qué es el hatha yoga?
El hatha yoga se practica desde hace miles de años y, a día de hoy, es el estilo de yoga más extendido en el mundo. El hatha yoga combina ejercicios físicos (asanas) con ejercicios de respiración (pranayama).
“Haṭha” es una palabra del sánscrito, una lengua clásica de la India, que significa “fuerza”. De hecho, el hatha yoga se centra en ejercicios de fortalecimiento muscular. En una clase típica de hatha, cambiamos de postura de forma lenta y fluida y adaptamos la respiración a los movimientos, que realizamos con control. A una fase de tensión le sigue siempre una secuencia de relajación, con el objetivo de restablecer el equilibrio físico y mental. El hatha yoga nos da estabilidad y nos ayuda a encontrar nuestro centro.
En qué consiste una sesión de hatha yoga
Una clase de hatha yoga suele durar entre 75 y 90 minutos y el énfasis recae claramente en la práctica física. Pero esta disciplina no solo consiste en sudar: el trabajo mental y la relajación también son una parte esencial de la práctica.
Además de las asanas, una clase normalmente incluye meditación al comienzo de la sesión, ejercicios de respiración y una relajación profunda al final.
Tu profe elegirá qué ejercicios hacer en cada sesión. Aunque los ejercicios pueden variar de una clase a otra, por lo general se empieza movilizando y estirando el cuerpo. A continuación, se realiza el saludo al sol, que consiste en una serie de ejercicios típicos del yoga. Además, se practican varias asanas para fortalecer las diferentes partes del cuerpo. Una clase de hatha no se centra en la velocidad de los movimientos, sino más bien en la estabilidad y la fuerza.
Los ejercicios y secuencias de ejercicios más típicos del hatha yoga son los siguientes:
- El gato-vaca (marjaryasana-bidalasana)
- El saludo al sol (surya namaskara)
- El guerrero (virabhadrasana)
- El pino sobre la cabeza (sirsasana)
- La vela (sarvangasana)
- El puente (dhanurasana)
- La pinza (paschimottanasana)
- El arado (halasana)
- El triángulo (trikonasana)
- El pez (matsyasana)
- La cobra (bhujangasana)
- El saltamontes (shalabhasana)
- La media torsión sentada (ardha matsyendrasana)
- El cuervo (kakasana)
- El cadáver (savasana)
Gracias a las clases de yoga, poco a poco irás conociendo estas posturas y controlando el flujo para pasar de una a otra. No te preocupes si no te salen en un principio: ¡nadie te va a pedir que hagas el pino sobre la cabeza de la noche a la mañana!
Consejo de nuestra redacción: Practica estos 9 ejercicios de yoga para relajarte más en el día a día.
El hatha yoga en la vida cotidiana
El hatha yoga va más allá de la esterilla: para muchos discípulos, las enseñanzas del yoga suponen una práctica con un enfoque holístico que incluye una dieta específica y un determinado estado de ánimo. Así, el hatha yoga se basa en cinco principios:
- Los movimientos: Gracias a los ejercicios físicos (asanas), exploramos y fortalecemos el cuerpo. Las asanas no solo están destinadas a trabajar los músculos, sino también a fortalecer la disciplina y el bienestar.
- La alimentación: Una alimentación sana debe nutrir el organismo y fortalecerlo desde el interior. También debemos comer consciente y lentamente.
- La respiración: El pranayama consiste en varias técnicas para controlar la respiración. Respirar correctamente implica observar y utilizar de forma consciente la respiración para recargar energía, ganar fuerza y adoptar una mayor calma.
- La relajación: Una práctica física intensa nos relaja profundamente. Los períodos regulares de relajación en la vida cotidiana deberían ayudarnos a reducir el estrés y restaurar la vitalidad.
- La intención: El hatha yoga comprende la práctica de meditación regular, para así desarrollar una actitud positiva. La compasión, la autenticidad y la atención plena son la piedra angular de las enseñanzas de yoga.
Mucha gente defiende que integrar el hatha yoga en el día a día de manera holística según estos cinco principios sirve para llevar una vida plena y equilibrada.
¿Cuál es la meta del hatha yoga?
La práctica del hatha yoga se centra en el control del cuerpo mediante la realización de las distintas asanas combinadas con una respiración consciente.
Se cree que esto tiene una serie de efectos positivos:
- Al practicar hatha yoga con regularidad, pueden mejorar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio de todo el cuerpo.
- Mantener las posturas fortalece particularmente la musculatura del torso, algo también beneficioso para otras disciplinas.
- Gracias a determinadas posturas, es posible reducir o prevenir los problemas de espalda y cuello.
- La combinación de movimiento con ejercicios de respiración, relajación y meditación ayuda a liberar el estrés.
- Una práctica tranquila y estructurada de hatha yoga está especialmente indicada para los principiantes, porque pueden aprender paso a paso conceptos básicos importantes que aparecen en otros estilos de yoga.
¿Te hemos convencido y lo quieres probar? Despierta tu espíritu yogui con estos suaves ejercicios de yoga para relajarte.
¿Para quién está indicado el hatha yoga?
Al tratarse de una práctica tranquila y estructurada, el hatha yoga es ideal para los principiantes. Las clases siguen una secuencia más o menos fija e incluyen los elementos más importantes del yoga, como ejercicios físicos y de respiración y meditación. Puedes aprender todas las técnicas desde cero y desarrollar tus habilidades poco a poco. Este también es un estilo perfecto para yoguis avanzados, porque sirve para encontrar el equilibrio en el día a día y fortalecer y relajar cuerpo y mente.
Sin embargo, si lo que buscas es más acción y una práctica más orientada hacia el aspecto deportivo de la disciplina, quizás el hatha no sea tu estilo ideal.
Consejo de nuestra redacción: Empieza desde el principio con los consejos de nuestro artículo Yoga para principiantes: claves para tu primera clase de yoga.
Alternativas al hatha yoga
¿Tienes una esterilla y te has preparado mentalmente para poner en marcha el sistema cardiovascular? ¿O estás buscando un estilo de yoga más meditativo para ganar flexibilidad? Te proponemos estilos alternativos al hatha yoga:
- Bikram yoga: Este estilo de yoga, también llamado hot yoga, es una variante moderna del hatha yoga y se practica a unos 40 grados centígrados. La alta humedad y la temperatura te harán aún más flexible durante la sesión y sudarás como nunca antes.
- Ashtanga yoga: El ashtanga consiste en seis secuencias fijas de ejercicios que varían en dificultad e intensidad. Se realizan sin pausa y a un ritmo rápido. Este estilo de yoga está más indicado para yoguis avanzados que buscan una variación del hatha más lenta.
- Vinyasa yoga: Como en el estilo ashtanga, en el vinyasa se practican series de ejercicios dinámicos. Sin embargo, en este estilo los ejercicios no son fijos, sino que se trata de una práctica más libre y muy orientada a la forma física.
- Yin yoga: Este estilo de yoga es muy meditativo. Las posturas se mantienen durante largos periodos (hasta diez minutos). Además de que esto favorece principalmente la flexibilidad, también se trabajan los límites mentales.
Hatha yoga: conclusiones
- El hatha yoga se centra en ejercicios físicos de fortalecimiento muscular combinados con respiración consciente.
- Una clase de hatha yoga suele consistir en meditación, ejercicios de respiración, asanas y relajación.
- Las posturas de yoga se mantienen gracias a la fuerza.
- Es un estilo de yoga lento y controlado.
- El hatha yoga no solo se queda en la esterilla, sino que también supone un estilo de vida consciente que incluye una alimentación saludable, un estado mental positivo y la armonía entre tensión y relajación.
- El hatha yoga está especialmente indicado para principiantes y yoguis que buscan equilibrio y calma en una vida diaria estresante.
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