El consejo n.º 1 para una rutina de entrenamiento aún mejor

¿Qué te dice tu instinto?

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©SrdjanPav

Por Franzi Orthey

¿Por qué confiar en nosotros?

¿En base a qué decides qué y cómo entrenar? Normalmente seguimos directrices y recomendaciones estrictas que hemos leído o escuchado en alguna parte. Y por ello solemos estar firmemente convencidos de que son buenas. ¿Pero lo son realmente? Algo que deberías preguntarte más a menudo. Porque en lugar de creer todo lo que dice tu cabeza, en ocasiones deberías hacer caso a lo que dice tu instinto. Porque la intuición tiene verdaderos superpoderes. Y si le prestas un poco (más) de atención, llevarás tu entrenamiento físico a un nivel completamente nuevo.

Tampoco deberías confiar en esa segunda voz de tu cabeza, la voz de tu pereza, porque esta no tiene nada que ver con la intuición. La buena noticia es que incluso a esta se le puede engañar astutamente.

¿Qué es la intuición?

El término intuición deriva de la palabra latina “intueri”, que significa “mirar más de cerca” o “escuchar con más atención”. La intuición suele estar dominada por una cabeza con mucho ruido, bastante sabelotodo y que clasifica este conocimiento como verdades absolutas. Pero mientras tu cabeza lo piensa todo, tu instinto la supera con creces en cuanto a velocidad. No siempre tienes que entender la intuición, no puede ser guiada o controlada. Precisamente por eso vale la pena aprender a confiar en ella.

Entrenamiento por instinto: por qué deberías probarlo

Hoy en día estás abrumado por opiniones, recomendaciones y especificaciones. Todo el mundo cree saber cuál es el mejor entrenamiento. Pero sólo TÚ sabes lo que es mejor para ti, o más bien lo sabe tu intuición. Si aprendes a prestarle más atención y a confiar en ella, verás que el ejercicio te divierte y aumenta tu motivación. Serás más eficiente y no sólo mejorarás tu entrenamiento, sino que también podrás controlar tu vida diaria con más facilidad. Además de escuchar atentamente, proporcionarle un apoyo específico puede hacer maravillas.

Así es como aprendes a entrenar siguiendo tus instintos

Confiar en las corazonadas puede ser algo que debes practicar. Tampoco hace falta que pongas inmediatamente patas arriba todos tus planes de entrenamiento. Sólo con detenerte frecuentemente, observarte más de cerca, escucharte y sentirte ya conseguirás una gran ayuda. Estos consejos te ayudarán a poner en práctica el entrenamiento siguiendo tu intuición:

N.º 1 Cambia los planes de entrenamiento más estrictos por una mayor flexibilidad

Por supuesto, hace falta algo de planificación para lograr tus objetivos. Pero como se suele decir, los planes existen para no cumplirlos. Al menos de vez en cuando. Y esto también vale para tu plan de entrenamiento. Es bonito tenerlo y es ciertamente una buena orientación, pero párate más a menudo a preguntarte si es lo que te conviene en este momento y lo que te hará sentir bien. No hagas lo que está en tu plan de entrenamiento, sino que deja que tu instinto decida. Si notas que una tanda de footing te va a sentar mejor que el entrenamiento de fuerza, ¡a por ello!

Por cierto, esto también se aplica al horario de entrenamiento. También aquí tu intuición es una buena guía. Para darte un pequeño empujón, no importa cuándo entrenes, nuestros Workout Aminos pueden ayudarte de una forma maravillosa.

N.º 2 Asegúrate de realizar un entrenamiento variado

En lugar de limitarte a levantar pesas en el gimnasio porque “tienes” que hacerlo, deberías probar a cambiar más. Anímate a apuntarte a una clase, a salir a correr o a quedar con tus amigos para un entrenamiento HIIT. No hacer el mismo ejercicio todos los días te ayuda a ser más consciente de tu cuerpo en diferentes situaciones y, por tanto, a hacerle más caso a tu propia intuición.

N.º 3 Prueba algo nuevo más a menudo

Probar algo nuevo te obliga a salir de tu zona de confort. No siempre es agradable, pero es algo que te conecta mucho mejor con tu percepción. El desafío desconocido aumenta tu presencia y conciencia. Por otra parte, ya lo dice esta bonita frase: si nunca lo intentas, nunca lo sabrás. Por lo tanto, prueba algo nuevo. Tal vez eso sea lo que lleve tu entrenamiento al siguiente nivel.

N.º 4 Encuentra un deporte que te guste

Todo lo que te gusta hacer, lo harás con más frecuencia. Todo lo que te divierte, te parecerá más fácil y te costará menos esfuerzo. En vez de seguir un entrenamiento que sólo te cueste energía, encuentra un ejercicio con el que realmente disfrutes. ¿Cómo puede ser eso? Puedes encontrar la inspiración adecuada aquí.

N.º 5 Encuentra tu PORQUÉ

Con la mano en el corazón: ¿para qué entrenas realmente? ¿Es porque deberías hacerlo? ¿Porque crees que necesitas perder peso o quemar calorías? Entonces, olvídalo. O, al menos, vete despidiendo poco a poco de ello. Porque apagar esa voz no es fácil. Pero puedes permitir que tu intuición gane voz propia. Céntrate en la sensación de bienestar que te produce el movimiento. Recuerda que moverse es bueno para tu cuerpo. No dejes que el PORQUÉ de tu entrenamiento sea un programa obligatorio, sino algo que realices sólo por ti.

N.º 6 Pregúntate: ¿cómo te sientes después de entrenar?

Una pregunta que te debes plantear definitivamente. ¿Cómo te sientes después de entrenar? ¿Qué te provoca el movimiento? Obsérvalo sin juzgarte por ello. Para aumentar tu motivación, céntrate en las sensaciones positivas que te ha dejado la sesión de ejercicios para que te motiven para el siguiente entrenamiento.

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N.º 7 Tómate un día de descanso

Cuanto más intuitivo sea tu entrenamiento, más te darás cuenta de que a veces sólo necesitas un día de descanso. Sin remordimientos. Porque eso es puro autocuidado. Tu cuerpo y también tu mente necesitan tiempo para procesar, crecer y sanar.

En resumen

Es una diferencia pequeña pero sutil. Tu intuición es la compañera más fiel y también debería convertirse en tu interlocutor permanente a la hora de entrenar. No tengas miedo de cambiar las cosas y sigue tu instinto. Una vez que empieces, verás cómo de repente tu entrenamiento resulta mucho más agradable.

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Fuentes del artículo

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