3 sorprendentes motivos para llevar un diario

Cómo nos puede ayudar (y no solo en caso de mal de amores).

4 min

Por Natascha Klemm

¿Por qué confiar en nosotros?

Algunas personas asocian un diario a un cuaderno de notas lleno de pegatinas y cerrado con un pequeño candado, que se supone que guarda los secretos más profundos de los adolescentes enamorados. Pero escribir los pensamientos y experiencias puede tener muchos beneficios científicamente probados para la salud y el bienestar, especialmente para quienes tratan de obtener un buen desempeño en la vida diaria.

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Los beneficios de escribir un diario

Todos conocemos esos días en los que nuestra cabeza va a mil y un pensamiento lleva al siguiente. Para acabar con este caos, muchas personas tratan de plasmar estos pensamientos en un papel. Se supone que les ayuda a procesar las cosas. Pero, ¿qué dice la ciencia? ¿Cuáles son los beneficios probados de llevar un diario?

Fortalece el sistema inmunológico

Desde 1986 se viene estudiando si la escritura puede afectar al sistema inmunitario y, en ese caso, cómo. El catedrático de psicología James Pennebaker inició esta investigación con un estudio en el que instruyó a sus alumnos para que escribieran durante 15 minutos al día. Un grupo escribió sobre sus pensamientos y sentimientos más profundos, y el grupo de control sobre aspectos neutrales, como la decoración de su habitación. Durante los seis meses siguientes, los participantes del primer grupo acudieron significativamente menos al médico que los voluntarios del grupo de control. Desde entonces, se han realizado muchos estudios específicos. Un estudio publicado en la revista Brain, Behavior and Immunity muestra que escribir no solo tiene un efecto preventivo, sino que también puede contribuir a una curación más rápida después de una lesión.

Con 120 participantes, se demostró que las heridas de una biopsia por punción se curaban mejor si llevaban un diario sobre sus emociones, en contraste con el grupo de control, que escribía sobre temas neutros como la decoración de interiores. Sin embargo, el efecto curativo parece producirse solo a corto plazo y las razones de ello aún no se han investigado adecuadamente.

Aunque todavía no hay suficientes estudios como para hacer recomendaciones claras, puede valer la pena intentarlo.

Salud emocional

Anotar los pensamientos negativos y simplemente encerrarlos en un diario: eso es exactamente lo que mucha gente espera de llevar un diario. De hecho, algunos estudios han podido demostrar el efecto sanador de la escritura sobre la salud mental. A modo de ejemplo, un estudio realizado por la Universidad Estatal de Pensilvania (EE. UU.) con 70 participantes mostró una reducción del estrés mental, la preocupación y la ansiedad y una mayor resiliencia entre 35 participantes. El resto se consideró un grupo de control. Los acontecimientos pasados que tienen un impacto negativo duradero en la salud mental también pueden procesarse mejor, según sugiere un estudio publicado en la revista Journal of Contemporary Psychology.

Duermes mejor

Según Pennebaker, cuando somos capaces de poner un cierre a las experiencias, nos podemos beneficiar de un sueño y una memoria mejores. Por supuesto, quienes están más descansados también son capaces de concentrarse mejor y de rendir más en la vida cotidiana. Sin embargo, un estudio publicado en la Journal of Experimental Psychology recomienda que quien escriba por la noche antes de dormir, anote en ese momento las tareas y los deberes y los saque de su cabeza, en lugar de rumiar acontecimientos pasados. Estos últimos podrían agitarte de nuevo justo antes de dormir. Hay que decir que el estudio solo se realizó con 60 participantes, por lo que su validez es limitada. Prueba lo que te funciona y es bueno para ti.

Cómo hacerlo

Escribir un diario debe hacerse de forma individual y no siguiendo una serie de instrucciones estrictas, porque se trata de encontrar tu propio camino. Sin embargo, puede resultar útil tener en cuenta algunos puntos antes de empezar.

Tiempo: La frecuencia y el tiempo que escribas depende totalmente de tus preferencias. Convertirlo en una rutina a largo plazo puede ayudar. Pero que hagas de la escritura tu rutina matutina o vespertina depende de ti.

Además, no tiene por qué hacerse todos los días. De hecho, como explica Pennebaker en el New York Times, escribir sobre lo mismo todos los días puede fomentar un exceso de “reflexión”. Si llegas a este punto y te das cuenta de que vas en círculos y no puedes dejar el tema, recomienda probar un nuevo enfoque. Por ejemplo, despejar la mente corriendo, hablando con una persona de confianza o yendo a un bar -lo que te funcione bien a ti.

Ambiente: Encuentra un lugar donde no haya distracciones. Pon tu teléfono móvil en modo avión y simplemente deja de estar disponible durante un tiempo. Tú decides si prefieres escribir tus pensamientos en el portátil, en el teléfono móvil o sobre un papel. Los estudios no se refieren a ninguna forma particular de escribir.
No pierdas el control: Recuerda que solo escribes para ti. No importa si cometes errores ortográficos, las frases son confusas y a veces no tienen sentido, o si escribes correctamente. No pienses mucho, deja que las palabras fluyan sobre el papel según te vengan a la cabeza. Tal vez te sorprendan de vez en cuando y te den nuevas ideas sobre tu subconsciente. Si no estás seguro sobre cómo empezar, puedes hacerlo con algo pequeño. Escribe en unas pocas líneas lo que agradeces, hoy o en general. Seguro que al principio te suena cursi, pero se ha demostrado que ayuda a reducir los sentimientos negativos. No importa cómo empieces, verás que se hace cada vez más fácil.
Cuídate: A menudo ni siquiera sabes lo que te molesta hasta que te permites dejarlo salir sin filtrar. Si ves que afloran sentimientos que no puedes afrontar por ti mismo, la escritura ha cumplido su propósito. Utiliza estos sentimientos como una oportunidad para abordar las causas y buscar el consejo de personas en las que confíes. Los investigadores insisten en que lo que cuenta no es solo la escritura en sí, sino, sobre todo, la forma de afrontar las emociones y los pensamientos que evoca.

Llevar un diario es un proceso individual y ayuda a cada uno en diferente medida. Sin embargo, no está de más intentarlo, ver a dónde te lleva y tal vez llegar a conocerte un poco mejor. Dicho esto, en unos años puede que te alegres tanto de volver a encontrar estos diarios como ahora, pudiendo volver a leer los pensamientos de tu yo de 12 años.

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