Este truco lleva tu entrenamiento de fuerza al siguiente nivel

¡Desarrolla todo tu potencial!

3 min

Svetikd

Por Kristina Lauer

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¿Te gusta hacer pesas y quieres desatar todo tu potencial? ¡Entonces, queremos compartir contigo nuestro truco secreto! No, no tiene nada que ver con las proteínas, aunque ya sabes que son muy importantes y que tienes que darle a tu cuerpo nuestra proteína whey** de forma regular.

“Pero qué es ese truco mágico que tanto queréis contarme”, te estarás preguntando. Pues… nada más y nada menos que complementes tu rutina de entrenamiento con la práctica del yoga. ¡Sí, has leído bien! El yoga te ayuda a mejorar tu rendimiento en tus ejercicios de fuerza. Y, no te preocupes, porque no tienes que estar una hora haciendo posturas imposibles y entonando el famoso “Ohm”. Con tan solo 20 minutillos de ejercicios de yoga específicos ya notarás los beneficios. ¿Tienes curiosidad por saber cómo funciona? Te contamos por qué el yoga es el complemento ideal para tus ejercicios de fuerza.

#1 Aumentas el rango de movimiento

Los deportistas que levantan pesas suelen tener problemas de tensión muscular. Los ejercicios de yoga sirven para estirar el músculo y alargarlo. También hacen que las articulaciones, los tendones y los ligamentos sean más flexibles. ¿Qué significa esto? Cuanto más flexible seas, mayor rango de movimiento tendrás. En otras palabras, podrás utilizar tus músculos en su rango máximo de movimiento. De este modo, entrenarás tus músculos de la mejor manera posible. Así que, ¡no esperes más para ponerte manos a la obra con el yoga!

#2 Favoreces la regeneración

¿Quieres ganar masa muscular? Entonces, deberías asegurarte de que tus músculos se regeneren rápidamente para poder volver a darles caña en la próxima sesión. Aquí es donde entra en juego el yoga, además de nuestros Recovery Aminos. Al hacer yoga, hay que aguantar unos segundos en cada postura. De esta forma, un grupo de músculos se trabaja y otro se estira, activando y relajándolos gradualmente todos. Además, se estimula la circulación sanguínea y los músculos reciben oxígeno y nutrientes. Y estas son las mejores condiciones para que tus músculos se regeneren.

#3 Mejoras el equilibrio

Los ejercicios básicos (como las sentadillas, el peso muerto o las dominadas) son la base de tu plan de entrenamiento si lo que buscas es entrenar la fuerza. Pero ¿sabías que tener un core fuerte y un buen equilibrio te ayudan a estabilizarte al hacer esos ejercicios?

Si tienes un buen sentido del equilibrio y una musculatura profunda fuerte, te será más fácil realizar todo tipo de movimientos con precisión y control. Esto es muy importante cuando se entrena con pesas. ¿Sueles hacer ejercicios de equilibrio en tus rutinas? Si no lo haces, deberías practicar yoga. Muchos ejercicios de yoga ponen a prueba tu equilibrio y entrenan específicamente el core y la musculatura profunda.

#4 Entrenas la conexión mente-músculo

Al hacer dominadas, ¿sientes principalmente los bíceps en vez de la espalda? Entonces deberías trabajar tu conexión mente-músculo. La conexión mente-músculo consiste en concentrarte en el músculo que estás trabajando en ese momento y sentir su contracción al máximo. Esto te ayuda a realizar el ejercicio correctamente y a favorecer el desarrollo muscular.

¿Qué tiene que ver el yoga con todo esto? Pues resulta que esta disciplina se centra en la capacidad de sentir y mover el cuerpo de forma controlada. Como resultado, mejoras tu conciencia corporal y, por lo tanto, tu conexión mente-músculo.

#5 Te ayuda a concentrarte mejor

Para llegar al máximo rendimiento durante tus ejercicios de fuerza, la concentración es clave. Todos nos encontramos con muchos factores que nos causan estrés en el día a día. Ya sea en el trabajo o en casa, no siempre es fácil mantener la cabeza fría. Con el yoga, encuentras el equilibrio mental que necesitas para tu vida cotidiana y tus entrenamientos. ¿Cómo? Gracias a la respiración y la meditación.

Todos los ejercicios de yoga se practican acompañando la respiración. Y por una buena razón. La respiración influye en cómo te sientes. Dependiendo de la forma en la que respires, te calmas o te activas. Por su lado, la meditación te ayuda a calmar la mente y a no dejar que tus pensamientos se apoderen de ti. Todos estos son factores importantes para mantener la concentración y utilizar la fuerza física de forma más controlada durante el ejercicio.

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Fuentes del artículo

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