6 maneras de perder peso más fácilmente si aún trabajas desde casa
Si eres uno de los millones de personas que teletrabajaron durante la pandemia, seguramente ya estarás muy familiarizado con sus ventajas. Tus desplazamientos se han reducido a un breve trayecto de la cama al escritorio, puedes ponerte lo que quieras (¡vivan los pantalones de chándal!) y sabes dónde encontrar los bocados más deliciosos para matar el gusanillo.
Sin embargo, estas ventajas pueden convertirse rápidamente en obstáculos cuando tu objetivo es perder unos kilos. Pero no te agobies: trabajar desde casa no significa necesariamente que tengas que decir adiós a tus objetivos de pérdida de peso. Echa un vistazo a estos seis consejos prácticos para perder peso mientras trabajas desde casa y alcanzarás tus objetivos en un santiamén.
1. Empieza el día entrenando
Varios estudios han demostrado que nos movimos menos y nos volvimos más sedentarios durante los confinamientos por la COVID-19. Es lógico: cuando estás en casa todo el día, no hay viajes diarios al trabajo, no hay reuniones a las que ir andando ni cafeterías donde ir a hacer un descanso. Por desgracia, moverte menos no contribuye a cumplir tus objetivos de pérdida de peso.
Para optimizar tu movimiento y perder peso, intenta hacer ejercicio a primera hora de la mañana. Un estudio de 2019 publicado en la revista International Journal of Obesity concluyó que las personas que entrenaban antes de las 12 p. m. perdieron más peso en un período de 10 meses que las personas que entrenaban más tarde (después de las 3 p. m.). Los investigadores también descubrieron que las personas que hacían ejercicio a primera hora solían ser más activas en general y comían un poco menos que las que hacían ejercicio a última hora del día. Si entrenas por la mañana, seguramente tendrás más éxito y podrás tacharlo de tu lista de tareas pendientes lo antes posible.
2. No dejes de moverte durante el día
Para mantenerse en forma no basta con entrenar una vez, también es importante la frecuencia con la que te mueves a lo largo del día. No moverse durante un tiempo prolongado se ha asociado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Y, con lo fácil que resulta llevar una vida sedentaria al trabajar desde casa, es importante que cambies tus hábitos de teletrabajo para moverte durante las pausas.
Afortunadamente, solo con sustituir 30 minutos de tiempo sentado por ejercicio de intensidad baja o moderada, estarás ayudando a contrarrestar algunos de esos riesgos. Así que proponte hacer pausas para moverte durante la jornada; asiste a las reuniones virtuales o atiende las llamadas mientras caminas, si es posible, o programa temporizadores para recordarte que debes parar y hacer estiramientos cada hora. ¿Cómo ves hacer diez jumping jacks mientras esperas a que esté listo el café? Da rienda suelta a tu creatividad y piensa en movimientos cortos y rápidos que puedas combinar con una actividad más frecuente durante el día.
3. Prioriza las proteínas
Las proteínas no solo te ayudan a desarrollar músculos fuertes, sino que también mantienen tu cuerpo saciado durante períodos más largos que los carbohidratos o los dulces por sí solos. Así evitarás comer en exceso (¡algo en lo que es fácil caer cuando tu cocina está a pocos pasos de tu escritorio!) y mantendrás constantes tus niveles de energía y de ánimo a lo largo del día. Prepara tus comidas (y tentempiés) teniendo en cuenta las proteínas. Combina las frutas con manteca de frutos secos, por ejemplo, o añade legumbres o semillas de cáñamo a la ensalada para asegurarte de que lo que comes te sacia de forma saludable.
¿Te cuesta cubrir tus necesidades de proteínas con alimentos? Nuestra proteína whey es una fuente óptima de proteínas y puedes tomarla incluso si no entrenas.
4. No hagas varias cosas a la vez mientras comes
Desayunar mientras respondes correos electrónicos: un clásico del teletrabajo. Pero, aunque te parezca muy práctico comer mientras trabajas, debes evitarlo si quieres perder peso. Hay estudios que demuestran que comer estando distraído aumenta las probabilidades de ingerir más alimentos tanto durante esa comida como las posteriores del día, lo que se convertirá en un problema si tratas de mantener una ingesta calórica específica. Come antes y después del trabajo, o durante una pausa de verdad, sin el teléfono ni el portátil distrayéndote.
5. Tómate tiempo para desconectar
Después del trabajo, ¿continúas leyendo los correos electrónicos o sigues conectado más tiempo porque no tienes que desplazarte hasta casa? Separar la vida privada de la profesional es uno de los mayores retos del teletrabajo. Sin embargo, tu casa debe ser siempre un lugar donde puedas relajarte, sin estar de guardia las 24 horas del día. Estar siempre disponible y no desconectar nunca pueden causar mucho estrés, lo que podría afectar a tu peso y tu apetito. Proponte apagar el ordenador a una hora determinada todos los días, cambia la configuración del correo electrónico del trabajo para no recibir notificaciones por la noche ni los fines de semana y crea un ritual al final de cada jornada laboral (como beber un té y leer una revista) que te ayude en la transición hacia el resto del día.
6. Queda con amigos para entrenar
Hacer ejercicio con alguien, ya sea tu pareja, un compañero de piso o un amigo, puede ayudarte a alcanzar tus objetivos de entrenamiento y pérdida de peso. Tener a alguien esforzándose a tu lado resulta motivador y te ayuda a ser más constante (porque si te echas atrás, no te decepcionas solo a ti mismo, también a tu compañero). Si te cuesta encontrar motivación para moverte, llama a un amigo y quedad para entrenar. Además, ¡será mucho más divertido!
Fuentes del artículo
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