¿Por qué no logro adelgazar? – Workout Wednesday
¿Cuidas tu alimentación y haces bastante ejercicio, pero no notas ningún cambio en la báscula? En el artículo de hoy te desvelamos diferentes posibles motivos y soluciones para este problema.
Comes demasiado poco
Seguramente te estés preguntando si nos hemos equivocado y si es realmente posible que el hecho de comer demasiado poco te impida adelgazar, pero es la pura realidad. Es cierto que necesitarás un déficit calórico si quieres adelgazar, pero si no comes lo suficiente, tu cuerpo empezará a ahorrar energía.
Una vez tu cuerpo está configurado en modo ahorro energético; tu metabolismo se adaptará a la cantidad de calorías que consumas, procurará funcionar con esa cantidad reducida de energía y tratará incluso de almacenar una parte de ésta. Todo ello puede frenar tu pérdida de peso y llevarte a abandonar la dieta a los pocos días de haber empezado.
Si vuelves a comer normalmente aunque tu cuerpo esté en modo emergencia, éste almacenará toda la energía que le aportes y te estarás exponiendo al temido efecto yoyó.
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No entrenas con suficiente intensidad
Es fantástico que entrenes regularmente, sobre todo para tus objetivos de pérdida de peso. Si tienes sin embargo la sensación de que no progresas y de que tu peso se ha estacado, es posible que estés entrenando con una intensidad demasiado baja.
Ejemplo: imagínate un coche rojo y uno verde con los depósitos de gasolina llenos. Ambos coches tienen que recorrer un trayecto de 100 kilómetros. El coche rojo va a 100 kilómetros por hora y alcanza su destino en una hora y el coche verde va a 200 kilómetros por hora y llega en media hora a su destino. ¿Qué coche crees que ha consumido más combustible? En efecto, el coche verde.
Lo mismo ocurre con la quema de calorías. Esto no quiere decir que debas entrenar a partir de ahora tan rápido como puedas. El factor más decisivo es la realización adecuada de los ejercicios. El ejemplo precedente sirve sobre todo para ilustrar lo importante que es que te esfuerces realmente en el entrenamiento. El HIIT o el Tabata constituyen rutinas de entrenamiento especialmente adecuadas para entrenar con una intensidad elevada.
No incrementas la intensidad de tu entrenamiento
Al entrenar con la intensidad adecuada le proporcionas a tus músculos el estímulo que necesitan para poder crecer, pero si haces el mismo número de repeticiones con el mismo peso que en la sesión de entrenamiento precedente, tus músculos dejarán de adaptarse al esfuerzo y acabarás estancándote.
Esto implica que no estarás desarrollando tu masa muscular ni quemando grasas porque la intensidad de tu entrenamiento sigue siendo la misma. Si haces entrenamiento de peso corporal, bastará con que vayas añadiendo regularmente un par de repeticiones.
Aunque tengas la impresión de que ya no puedes más, márcate el objetivo de hacer solo 3 repeticiones más. Después de un par de sesiones de entrenamiento, tu cuerpo ya se habrá adaptado al nuevo esfuerzo.
Si entrenas con pesas, podrás aumentar el peso en cuanto puedas realizar el mismo número de repeticiones en la última serie como en la primera.
No comes suficientes proteínas
¿Respetas tu déficit calórico y haces ejercicio regularmente, pero no aprecias ningún progreso cuando te miras en el espejo ni cuando te pesas? El comer demasiados hidratos de carbono y grasas en lugar de proteínas en cantidad suficiente puede también explicar la falta de avances en la pérdida de peso.
Tu cuerpo necesita una buena cantidad de proteínas para que tus músculos puedan desarrollarse después del entrenamiento. Si no recibe suficientes proteínas y se encuentra en déficit calórico, es posible que recurra a las proteínas de tus músculos para generar energía.
Consecuencia: dejas de progresar en el entrenamiento y tu motivación decrece.
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Has ganado músculo
Cuando empiezas a entrenar, tu cuerpo se adapta muy rápidamente a los nuevos esfuerzos y trata de preparar a tus músculos para la próxima sesión de entrenamiento, aunque te encuentres en déficit calórico.
Por eso puede ocurrir que desarrolles un poco de masa muscular durante las primeras semanas y que notes por ello progresos considerables cuando te miras en el espejo, pero no cuando te pesas. No deberías sin embargo preocuparte, porque gracias a la masa muscular ganada quemarás más calorías de forma duradera y acabarás deshaciéndote de esos molestos michelines.
No bebes suficiente agua
El agua es esencial para nuestra supervivencia. El cuerpo humano está compuesto, dependiendo de la edad y de las circunstancias individuales, entre un 95 y un 70 % por agua. El agua juega un papel decisivo en todos los procesos importantes de nuestro cuerpo. Si no le aportas suficiente líquido a tu organismo, éste no podrá llevar a cabo los procesos metabólicos necesarios para la pérdida de peso.
¿Comes alimentos hipercalóricos sin saberlo?
Es posible que conozcas tus necesidades calóricas y que sepas cuántas calorías consumes al día en tus desayunos, comidas y cenas. Pero, si cedes de vez en cuando a la tentación de comerte un snack, es también posible que estés obstaculizando así tu pérdida de peso.
Con frecuencia, los snacks pequeños contienen cantidades ingentes de calorías. Una bola de helado de chocolate tiene por ejemplo 86 calorías y 100 g de mazapán contienen hasta 500 calorías. Si prefieres las comidas saladas, deberás también tener cuidado ya que una loncha de mortadela tiene 73 calorías y una de queso gouda, 76.
Padeces demasiado estrés
El estrés puede ser una razón por la que no adelgazas como querrías. Cuando uno está estresado, el cuerpo secreta una cantidad mayor de cortisol, hormona que obstaculiza la quema de grasas.
Solución: haciendo ejercicio con regularidad, reducirás tus niveles de estrés y eliminarás cortisol más rápidamente.
¿Tomas calorías para beber?
Antes hemos mencionado lo importante que es beber suficientes líquidos y el hecho de que existen alimentos que contienen grandes cantidades de calorías ocultas que elevan nuestro consumo calórico innecesariamente.
También hay bebidas como los refrescos, los zumos y el alcohol que están repletas de calorías. 100 ml de cola, de zumo de naranja o de cerveza contienen por ejemplo hasta 40 calorías. Bebiendo un solo vaso de este tipo de bebidas estarás consumiendo la misma cantidad de calorías que las que contiene un snack.
Comes demasiada sal
Otro factor que puede obstaculizar tu pérdida de peso es la cantidad de sal en tu alimentación. Si comes demasiada sal, tu organismo almacenará cada vez más sodio. Esto provocará que tu cuerpo retenga líquidos y que subas de peso innecesariamente.
¿Qué se puede hacer para evitarlo? Pulsa en el enlace siguiente para averiguarlo:
Acaba con la retención de líquidos
Comes demasiado
¿Respetas todas las reglas expuestas en este artículo durante la semana, pero no aprecias ningún cambio cuando te pesas? Quizá comes en exceso en tus cheat days. Si tu déficit calórico no es demasiado pronunciado, con solo un par de cheat meals podrías echar por tierra todos los progresos que hayas hecho durante la semana. Por eso te recomendamos que disfrutes de tus cheat days con moderación.
Conclusiones
- Si tienes un déficit calórico demasiado elevado, tu cuerpo se configurará en modo de ahorro energético.
- Eleva la intensidad de tu entrenamiento para quemar más calorías.
- La masa muscular ganada es responsable de que tu peso no varíe, aunque notes cambios en el espejo.
- Evita las bebidas y los snacks que contengan demasiadas calorías.
Fuentes del artículo
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