¿No tienes ganas de hacer deporte? Según este estudio, no es culpa tuya
Por fin te has propuesto empezar a hacer ejercicio, pero llega el momento y te estrellas contra la realidad. Y es que no tienes ningunas ganas. No te vamos a mentir: nos ha pasado a todos. Todo el mundo tiene días en los que lo único que quiere es sentarse en el sofá y no moverse para nada. Puede que esto se deba a muchas razones: has tenido un día muy estresante, tienes agujetas del entrenamiento de ayer, te notas sin energía…
Un estudio holandés publicado en Psychology of Sport and Exercise ofrece una posible respuesta para esto. Según este estudio, tu falta de ganas de hacer ejercicio puede que no se deba a que no tienes fuerza de voluntad, sino a tu genética. A continuación, vamos a contarte lo que descubrieron estos investigadores y te daremos algunos consejos para que sepas cómo encontrar la motivación para entrenar y no dejar que tu genética gane.
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El entrenamiento como arma para mejorar el estado de ánimo…
Después del entrenamiento te sientes feliz y con energía. ¿O quizá no? Esa sensación, conocida como la “euforia del corredor”, también puede darse después de un entrenamiento de fuerza, aunque es algo que aún no se ha investigado de forma concluyente. Sin embargo, uno de los enfoques científicos sostiene que se debe a la liberación de endorfinas, las cuales también se conocen como “hormonas de la felicidad” y estimulan el sistema de recompensa del cerebro. Después de un entrenamiento intenso, esa recompensa llega. Así que, si quieres experimentar ese sentimiento una y otra vez, solo tienes que hacer deporte de forma habitual.
… pero no para todo el mundo
Y es justo aquí donde entra en juego el estudio holandés del que hablábamos antes. Porque resulta que este proceso de liberación de endorfinas no se da en todo el mundo: depende en gran parte de nuestro comportamiento al entrenar y de las ganas que tengamos de hacerlo. El estudio descubrió que hasta el 37% de esta reacción del cuerpo depende de los genes. Impresionante, ¿verdad?
Para llegar a esta conclusión, los investigadores hicieron tres grupos diferentes para su estudio y pusieron a los participantes a hacer deporte: el grupo 1 estaba formado por parejas de gemelos con genes casi idénticos; los compararon con el grupo 2, formado por mellizos con la mitad de sus genes idénticos, y con el grupo 3, formado por hermanos que no eran ni mellizos ni gemelos.
El resultado: los gemelos fueron los que tuvieron una sensación más parecida después de entrenar. Por otro lado, los participantes que tenían un estilo de vida más activo fueron los que tuvieron sensaciones más positivas.
Garret Seacat, preparador físico y entrenador personal, también cree que es posible que la genética influya en la motivación que tenemos para hacer ejercicio. Se basa en este estudio de 2014, el cual demostró, en ratones, que el impulso de hacer ejercicio era mayor cuando el sistema de recompensa de su cerebro estaba activado.
Y hablando del sistema de recompensa… ¿Sabes cómo habríamos motivado nosotros a los participantes del estudio? Probablemente con un rico batido de proteínas…
Otros motivos que te pueden causar falta de motivación
Aparte de tus genes, también hay otras razones que pueden causar tu falta de motivación, incluso de forma inconsciente. Sigue leyendo para aprender a identificarlas.
#1 Te pones bajo presión
¿Quieres perder peso o batir tu récord haciendo peso muerto? Tener un objetivo siempre es bueno porque te ayuda a mantener los ojos en el balón. Sin embargo, no hay que olvidar que lo importante es el camino, no la meta. Asegúrate de disfrutar del entrenamiento y sentirte bien mientras lo haces.
#2 No has encontrado el deporte correcto
¿No te sientes a gusto en la sala de musculación de tu gimnasio? Entonces, no te fuerces a ir. Prueba otro tipo de deporte y busca un ambiente que te guste. Como ya hemos dicho, divertirte mientras entrenas es clave para no tirar la toalla. ¿Todavía no has encontrado ese deporte con el que el tiempo se te pasa volando? Aquí te dejamos una lista que puede ayudarte.
#3 Tienes muy poca energía
No importa si lo que quieres es perder peso, ganar masa muscular o simplemente moverte un poco más, tu cuerpo necesita la energía suficiente para que rinda como quieres. Sin esa energía, el entrenamiento pronto se volverá frustrante y agotador. ¿Necesitas algo de inspiración? Esto es un ejemplo de lo que podrías comer antes de entrenar.
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#4 Necesitas un compi de entrenamiento
A veces necesitamos a alguien que nos motive para entrenar. Un compañero de entrenamiento puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. ¿No sabes cómo elegir al mejor compañero? Échale un vistazo a este artículo.
Para no perder la motivación, Garret Seacat recomienda: “No dejes que los pequeños contratiempos te desanimen. Los errores son parte del camino. Analízalos, sé consciente de ellos para que no se repitan y no dejes que te afecten”.
#5 Crees que el deporte es una obligación
Hacer la compra, poner la lavadora, hacer ejercicio… ¿Tu lista de tareas es algo así? Entonces, no es de extrañar que no tengas ganas de hacer deporte. Intenta cambiar tu mentalidad y ver el ejercicio no como una obligación que tienes que hacer, sino como una forma de desahogarte, desconectar la mente y divertirte.
Como puedes ver, hemos vuelto a sacar a colación el tema de que el deporte debe ser algo divertido. Y es que estamos convencidos de que esa es la clave para mantener la motivación.
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