Problemas para perder peso: los 8 retos más comunes a la hora de adelgazar

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Sportliche junge Frau sitzt nach dem Training mit Sportkleidung und grünem Smoothie auf dem Bett ©istock/Geber86

¿Tienes problemas para bajar de peso? Les hemos preguntado a nuestros expertos en nutrición cuáles son los retos más comunes a los que se enfrentan las personas que quieren perder peso. Te los contamos todos y te damos consejos para que los superes.

Cualquiera que haya hecho una dieta conoce los problemas y los retos que conlleva. Nadie puede negar que no es un proceso fácil. Después de hablar con nuestros expertos, hemos sacado en claro que el problema principal de que alguien no pueda bajar de peso es el estilo de vida que lleva y la forma en la que organiza su día a día.

1. No tener tiempo para cocinar

No siempre es fácil comer comida fresca y sana, y es uno de los principales problemas cuando se quiere bajar de peso. Para ayudar a la pérdida de peso hay un simple truco: cuando cocines, haz una cantidad de comida que te dure más de un día. Es decir, cocinas 1 vez y comes 3. ¿No quieres comer lo mismo tres veces seguidas? Entonces, divide la comida y congélala en porciones, así puedes elegir lo que quieres comer simplemente sacándolo del congelador.

Si sales a comer fuera cuando estés a dieta, necesitarás un poco de disciplina. Casi en todos los restaurantes podrás encontrar una opción que sea baja en calorías, por ejemplo, ensaladas, verduras, legumbres y otras guarniciones ricas en proteínas. 

2. No tener tiempo (ni ganas) para desayunar

El desayuno, ese gran incomprendido. A algunos les encanta y otros lo odian. Pero lo cierto es que la primera comida del día nos ayuda a evitar antojos a mitad de mañana y a comer menos en el almuerzo.

¿No quieres desayunar justo cuando te levantas? Entonces, lo mejor es que te prepares un desayuno para llevar. No tiene que ser necesariamente algo de bollería si eso es lo que estás pensando ni tienes que esmerarte mucho para prepararlo. Prueba nuestro porridge proteico para llevar, solo necesitas tres minutos para que esté listo.

3. No comer la suficiente proteína

Sobre todo si la base de tu dieta son la pasta y el pan, comer la suficiente proteína parece algo inalcanzable. Pero hay unos trucos muy sencillos para conseguirlo: prueba nuestras recetas con semillas de chía (una alternativa perfecta al muesli), cambia la pasta de sémola de trigo por la pasta de legumbres o simplemente añade uno o dos batidos de proteínas diarios a tu dieta. 

4. Problemas para encontrar snacks saludables cuando estamos fuera de casa

Desafortunadamente, es completamente cierto. La única solución es prever el problema antes de salir y estar preparado. Por ejemplo, los frutos secos aportan grasas y proteínas saludables. Las bebidas ricas en proteínas como la bebida CocoWhey son perfectas para cerrar ese agujero en el estómago. Por su parte, las verduras crudas con crema de cacahuete orgánica no están solo ricas, sino que también llenan mucho y aportan proteínas. 

Piensa antes de salir de casa en lo que se te puede antojar cuando estés fuera haciendo recados, por ejemplo, y llévalo contigo para estar siempre preparado.

Frau bereitet Fruchtjoghurt ToGo vor
©iStock/Tassii_FE

5. Antojos de algo dulce y la fruta seca no ayuda

A veces se nos antoja comer chocolate y no hay manera de que se nos quite de la cabeza. Es cierto que el cuerpo se acostumbra gradualmente a comer menos alimentos dulces si no se los damos tan a menudo. Sin embargo, comer chocolate de vez en cuando tampoco está tan mal. El chocolate crudo suele tener menos azúcar, grasas más saludables y más nutrientes que el clásico chocolate con leche.

Por otro lado, las galletas proteicas de chocolate están riquísimas, te quitarán el antojo y te aportarán muchas proteínas, por lo que no se interpondrán entre tú y tu dieta.  Si no tienes mucho tiempo, también puedes coger un poco de proteína del sabor que más te guste y mezclarla con un yogur y un poco de fruta.

6. Lo has probado todo y nada parece funcionar

Nuestros expertos escuchan con demasiada frecuencia que, por lo general, una dieta para bajar de peso empieza con mucho éxito y después de tres semanas se dejan de experimentar progresos hasta que el peso se estanca y no hay manera de encontrar una solución.

“Al empezar una dieta, se suelen comer muy pocas calorías. De esta manera, engañamos a nuestro cuerpo y piensa que nos estamos muriendo de hambre. Como resultado, comienza a almacenar desesperadamente cada caloría que obtiene en lugar de descomponer la grasa”. (Marco, experto en nutrición de Foodspring)

Por lo tanto, es muy importante que definas tus objetivos antes de empezar tu dieta y ajustar tu ingesta de calorías diarias de manera que puedas alcanzarlos. Solo sabrás lo que tienes que hacer si sabes lo que quieres conseguir.

7. La genética hace que perder peso sea imposible

Lo cierto es que no todas las personas pueden estar superdelgadas o tener los músculos de Thor. Sin embargo, todos tenemos potencial para hacer un cambio positivo sobre nuestro cuerpo. Igual que en el problema anterior, definir un objetivo es importante si la genética no te ayuda a bajar de peso. Pero recuerda que tienes que fijarte un objetivo realista. Y no te olvides de aceptarte a ti mismo y a tu cuerpo.

Solo tendrás éxito a largo plazo si escuchas a tu cuerpo y trabajas con él (y no en su contra). Por supuesto, esto no significa que a la primera gota de lluvia decidas quedarte en el sofá en vez de salir a correr. Nunca deberías dejar que la pereza se apodere de ti.

La mejor manera de tomar conciencia sobre tu cuerpo y de saber lo que realmente necesita es poniéndolo a prueba y teniendo disciplina y la voluntad necesaria para salir de tu zona de confort y cuestionar tus hábitos.

No todos los cuerpos se pueden adaptar a todos los objetivos. Lo difícil es encontrar qué es lo que te funciona a ti en términos de deporte y nutrición. Nuestros expertos en nutrición y entrenamiento te pueden ayudar a encontrar aquello que le siente mejor a tu cuerpo.

8. No tener tiempo para hacer ejercicio

Este es el problema más frecuente que escuchan nuestros expertos: “No tengo tiempo para hacer ejercicio”. La respuesta puede ser un poco incómoda, pero es la verdad: quien algo quiere, sabe sacar tiempo hasta debajo de las piedras.

¿Ves la  tele durante media hora por las tardes? Pues ese es el momento perfecto para salir a correr. ¿Estás muy cansado para entrenar al final del día? No pasa nada: despiértate media hora antes por la mañana y sal a correr cuando tienes energía de sobra. También puedes ir en bici al instituto, a la universidad o al trabajo.

¿Te gustaría salir a correr, pero no es lo tuyo y el trabajo está demasiado lejos? ¿No tienes ningún gimnasio cerca? ¿Nadie quiere hacer ejercicio contigo? La verdad es que esto no es lo ideal, lo reconocemos.

Pero, por suerte, hay muchos ejercicios que puedes hacer por tu cuenta, en cualquier lugar y en cualquier momento. Y, además, de forma totalmente gratuita. Con un par de consejos fáciles, puedes hacer una sesión de ejercicio de 20 minutos cada dos días. Y seguro que puedes hacer un hueco de 20 minutos en tu ajetreado horario, ¿verdad?*

No tienes que hacer ejercicios de fitness solamente, también puedes practicar deportes en equipo, danza o yoga. Lo importante es encontrar el tipo de ejercicio que mejor se adapte a tu cuerpo y a tu objetivo. 

¿Todo esto te suena muy aburrido y te parece que dedicar 60-80 minutos a la semana a hacer ejercicio es demasiado? Entonces, sigue con el mismo estilo de vida que tienes ahora. Pero recuerda que la elección es tuya. 

Fuentes del artículo

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