6 sorprendentes razones que dicen mucho en favor de las fresas
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Ahora mismo estamos en plena temporada de fresas, y eso nos pone de buen humor. Al fin y al cabo, estos pequeños y deliciosos frutos rojos son perfectos para refrescarse (no solo durante los calurosos días de verano) y ofrecen muchas posibilidades en cuanto a su uso culinario. Por supuesto, no las disfrutamos solo como un pequeño tentempié entre comidas, sino que también nos gusta experimentar con ellas en la cocina. Esta fruta es el ingrediente perfecto para pasteles, tartas, batidos y ensaladas saludables, puede añadirse a bebidas y, por supuesto, es EL aderezo para muesli, gachas de avena y similares.
¿Necesitas inspiración? ¡No se hable más! Aquí tenemos una absoluta explosión de sabor, que en realidad está pensada para el desayuno, pero que no solo sabe bien por la mañana. Nos estamos refiriendo a nuestro Breakfast Bowl con sabor a coco y espirulina. Este plato de alto contenido en fibra, 100 % ecológico y de origen vegetal, con superalimentos, copos de avena, cereales y frutas, no solo es una auténtica atracción de color azul, sino que también es súper delicioso. Estamos seguros de que la combinación con las fresas te gustará tanto como a nosotros. Con esto no hay nada que impida empezar el día con energía.
N.º 1 Son bajas en calorías
Las fresas tienen fama de adelgazantes y, efectivamente, hay algo de verdad en ello. Incluso los que cuidan mucho su alimentación podrán dar buena cuenta de esta fruta. ¿Lo sabías? Se componen de un 90 % de agua y solo contienen 32 calorías por cada 100 gramos. Así que no importa si comes más cuando te apetezca.
N.º 2 Sacian rápidamente
Las fresas tienen pocas calorías, pero al mismo tiempo te sacian rápidamente. La razón radica, por supuesto, en la fibra, que es conocida por hincharse y rellenar durante mucho tiempo y es muy beneficiosa para el tracto gastrointestinal. La digestión se ralentiza y el nivel de azúcar en la sangre no aumenta tan rápidamente. Esta es la forma perfecta de evitar los antojos.
N.º 3 Tienen un alto contenido en vitamina C
No hay frases vacías tras la buena reputación de las fresas. Puede que estos frutos revitalizantes no sean grandes, pero albergan un montón de ingredientes saludables. Y quizá te sorprenda saber que estas pequeñas forzudas de color rojo superan incluso a las naranjas en su contenido de vitamina C. Hay alrededor de 59 miligramos en 100 gramos. Esto significa que si te das el gusto de comer un tazón, habrás cubierto las necesidades diarias para adultos.
Estrictamente hablando, la fresa no es una baya, sino que en botánica se clasifica como un eterio, que es un receptáculo floral engrosado y carnoso convertido en fruto. Pero, coloquialmente, sigue figurando en esta categoría. Y si te gusta su sabor, seguro que disfrutarás con nuestro Shape Shake 2.0 con sabor a fresa. Como comida completa, te ayuda a conseguir un déficit calórico. ¡Y encima está bueno!
N.º 4 Contienen compuestos vegetales secundarios
Además de vitamina C, las fresas también son ricas en vitamina B1, vitamina K y ácido fólico. En cuanto a minerales, destacan el zinc, el cobre y el manganeso. Algo también importante es que estos populares frutos contienen sustancias vegetales secundarias del grupo de los polifenoles.
N.º 5 Son aptas para diabéticos
Probablemente hayas oído hablar del índice glucémico. En el caso de las fresas, este valor es relativamente bajo, entre 30 y 40. Los hidratos de carbono son casi un 50 % de fructosa. Esto, a su vez, significa que el nivel de azúcar en sangre, como ya se ha mencionado, no aumenta tan rápidamente como con otros alimentos. Por eso a las fresas también se las considera como fruta para diabéticos. Sin embargo, siempre es importante comentar de antemano con el médico lo que está permitido y dentro de qué límites. Al fin y al cabo, cada cuerpo reacciona de forma individual.
N.º 6 Sus hojas son comestibles
Muchas personas no saben que es completamente seguro comer las hojas de las fresas. Queda por ver si realmente saben bien. De todos modos, preferimos utilizarlas como ingrediente del té. Para ello, primero hay que lavar las hojas, luego verter agua caliente sobre un puñado de ellas y dejarlas en infusión durante unos diez minutos. Gracias a los taninos que contiene, el estómago y los intestinos lo agradecerán.
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Fuentes del artículo
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