Sentadilla trasera vs sentadilla frontal ¿Cuál es más eficaz?

Las dos son buenas para tus piernas, pero tan diferentes…
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Si te gustaría tener unas piernas más grandes y fuertes, entonces las sentadillas deben ser tus mejores amigas. Pero no te engañes, porque existen dos tipos de sentadillas, ¡y no solo se diferencian por su aspecto, sino también por su personalidad!

La sentadilla trasera es como esa persona del gimnasio que se cree un experta en todo. Disfruta siendo el centro de atención, puede levantar los pesos más pesados y tiene la reputación de hacer que te acuerdes de su nombre mientras bajas a duras penas las escaleras el día después de entrenar pierna. La sentadilla trasera es ideal para desarrollar la fuerza general de la parte inferior del cuerpo y le dirá “hola, aquí estoy” a tus glúteos, isquiotibiales y cuádriceps.

La sentadilla frontal, por otro lado, es como ese chico tímido y empollón de la esquina al que casi nadie presta atención, pero que acaba ganando el concurso de ciencia año tras año. La sentadilla frontal se basa en la forma y la estabilidad, y la notarás, sobre todo, en el tronco y los cuádriceps. 

Ahora bien, con las sentadillas, como en cualquier relación, hay que ir despacio y con calma. Mejor empezar poco a poco, con pesos más ligeros hasta dominar la técnica y luego ya, subir de peso. Además, asegúrate siempre de escuchar a tu cuerpo, o podrías acabar caminando como un pingüino por el resto de la semana.

Así que, tanto si eres un fanático de las sentadillas traseras como si prefieres las delanteras, trata de incorporar ambas a tu rutina de entrenamiento, porque puede ayudarte a llevar a un enfoque más equilibrado y completo. Asegúrate también de dejar tu ego en la puerta y ¡diviértete!

Y en cuanto a la ciencia…

Hay un montón de estudios científicos que demuestran los beneficios de las sentadillas frontales y traseras para desarrollar la fuerza en el tren inferior del cuerpo y mejorar la forma física general. Por ejemplo, un estudio publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research descubrió que tanto las sentadillas frontales como las traseras son efectivas para mejorar la fuerza de la parte inferior del cuerpo, aunque las sentadillas frontales ponen más énfasis en los cuádriceps que las traseras.

Además, la incorporación de sentadillas frontales y dorsales en un programa de entrenamiento también puede mejorar la producción de potencia de un atleta. Un estudio publicado en el Journal of Sports Science & Medicine descubrió que la combinación de sentadillas traseras y delanteras en un programa de entrenamiento conducía a mayores mejoras en el rendimiento del salto vertical que las sentadillas traseras solas.

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