5 señales de que estás haciendo progresos en el gimnasio
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Lo das todo semana tras semana para ponerte en forma y comer sano. Pero cuando te subes a la báscula, ¿apenas ves cambios? Antes de que tires la toalla de pura frustración, tienes que saber dos cosas. En primer lugar, no eres la primera persona a la que le ocurre esto. Y en segundo, no estás viendo todos los progresos que has hecho. El número que marca la báscula no se corresponde con tu nivel de forma física. (Esto es un hecho científico).
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Si comparamos la grasa y el tejido muscular, difieren en su densidad de volumen. En otras palabras, el tejido muscular es más denso que el tejido adiposo y puede hacer subir el indicador de la báscula. Y créenos, lo que quieres es tener más músculo. Aunque eso signifique pesar más. En lugar de darle mucha importancia a tu peso, fíjate en tu porcentaje de grasa corporal y de músculo. Puedes utilizar una báscula de grasa corporal, medir tu perímetro corporal o utilizar un calibrador (aparato para medir los pliegues cutáneos). Pero antes de sacar la cinta de medir, lee este artículo hasta el final. Independientemente de tu objetivo de fitness, los cambios externos no son la única razón para mantener el ritmo de tus entrenamientos. ¿Puedes desconectar cuando haces ejercicio y dejar atrás el estrés de la vida cotidiana? La Facultad de Medicina de Harvard confirma que el ejercicio ayuda a reducir las hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, al tiempo que libera hormonas de la felicidad, como las endorfinas. Menos estrés ya es un buen progreso del que tal vez no hayas sido consciente. Y hay más.
#1 Has ganado fuerza
Claro, puedes guiarte por los números, pero sería mejor examinar más de cerca tus niveles de fuerza. ¿Lo que antes era tu peso de trabajo es ahora el peso que usas para calentar? ¿Las flexiones de rodillas se han convertido en flexiones con las piernas estiradas? ¿Tu próximo objetivo son las dominadas limpias? Todo esto son signos de que te has hecho más fuerte y has desarrollado más músculo. De lo contrario, tu cuerpo no sería capaz de hacerlo. Y si preguntas a un profesional del fitness, básicamente se trata de eso. Documenta estos éxitos e intenta seguir mejorando con el tiempo o elige un nuevo objetivo, como aprender una sentadilla tipo Pistol Squat.
#2 Duermes mejor
No es ningún secreto que la calidad del sueño afecta directamente a nuestra salud. Mientras duermes, se producen importantes procesos de regeneración en tu cuerpo y tu cerebro puede procesar los acontecimientos del día. Además de nuestras Sleep Drops, el ejercicio regular también puede mejorar tu sueño, según un estudio piloto de 2016. Como parte del estudio, se dividió en dos grupos a 19 mujeres estudiantes que afirmaron no ser muy activas en su vida cotidiana y tener una mala calidad de sueño. El primer grupo realizó ejercicio moderado dos veces por semana durante 1,5 horas, mientras que el segundo no hizo ningún cambio en su estilo de vida. Los resultados se determinaron mediante anotaciones en el diario de los sujetos de la prueba y un programa informático especial que medía los patrones del sueño. Al cabo de 3 meses, el primer grupo mejoró significativamente su calidad del sueño en comparación con el segundo. La duración del sueño también aumentó aproximadamentemedia hora en el grupo activo.
#3 Tienes más energía
¿Notas que algunas cosas te resultan más fáciles que antes? Al principio, ¿contabas cada uno de tus pasos hasta que finalmente completabas una carrera de cinco kilómetros, y hoy corres fácilmente el doble de distancia? Quizá ya no sufras tanto agotamiento por la tarde después del trabajo y puedas corretear un buen rato con tus hijos. O coges el autobús que has estado persiguiendo a toda prisa y llegas a tiempo a tu cita. En resumen, estás más en forma y tienes más energía.
Cuanto más en forma estés, más mitocondrias se generan en las células musculares, según los expertos estadounidenses de la Facultad de Medicina de Harvard. Las mitocondrias son diminutas centrales energéticas que convierten la glucosa y el oxígeno en combustible y proporcionan más energía al organismo. Otros cambios, como unos niveles equilibrados de cortisol, una mayor circulación de sangre oxigenada y más masa muscular, también pueden hacer que te sientas con más energía.
#4 Tu capacidad mental ha mejorado
¿Sabías que hacer ejercicio puede modificar tu cerebro e incluso aumentar su volumen? Una revisión publicada en la revista Frontiers in Psychology sugiere que se producen muchos cambios estructurales y químicos en el cerebro como consecuencia del ejercicio. Según los investigadores, pueden formarse nuevas neuronas y conexiones neuronales. Y no solo eso. Mantenerse físicamente activo aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y puede mejorar la salud de los vasos sanguíneos cerebrales. Según los investigadores, todo ello conduce a una mejora de las funciones cognitivas, incluida una mejora de la memoria, la concentración y el rendimiento académico. Además, también se cree que el ejercicio ayuda a mantenerse en forma mentalmente, incluso en la vejez.
#5 Tu estilo de vida ha cambiado a mejor
El deporte suele ir acompañado de otros cambios en el estilo de vida. Prestas más atención a tu dieta, asegurándote de que recibes suficientes proteínas y más verduras repletas de vitaminas, minerales y fibra en tu plato cada día. Puede que te acuestes más temprano para hacer ejercicio antes de irte a la oficina. Si sales con amigos, quizá ahora tomes una o dos copas en lugar de tres o cuatro. Después de todo, la clase de yoga a la que te has apuntado es mañana. Apagas la tele una hora antes porque tus músculos necesitan dormir para regenerarse.
El ejercicio también ayuda a encontrar el equilibrio. Numerosos estudios han demostrado que existe una estrecha relación entre la actividad física y la salud mental. Porque tomarse un tiempo para hacer ejercicio también significa tomarse un tiempo para uno mismo.
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Fuentes del artículo
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