Convierte el entrenamiento en tu rutina – Workout Wednesday

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Por foodspring editors

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La motivación es esencial, pero solo la rutina te ayudará a continuar haciendo ejercicio por muy agotador que te resulte. Hoy te desvelamos cómo convertir el deporte en hábito.

¿Conoces a alguien que se las arregle para entrenar a diario sin esfuerzo por muy intenso y estresante que haya sido su día? Esto se debe generalmente al hecho de que esa persona tiene una rutina gracias a la cual hacer ejercicio no le supone ningún esfuerzo.

Tú también puedes convertir el entrenamiento en un hábito, pero no lo lograrás de la noche a la mañana. De media se necesitan 60 días para que tu nuevo hábito no te cueste ningún esfuerzo. Así que ya lo sabes, ponte manos a la obra y no te rindas.

6 consejos para aguantar los 60 días más fácilmente

1. Pon tus objetivos en un lugar visible

Poco importa que anotes tus objetivos en un papel o que los imprimas en forma de imágenes. Lo realmente importante es que los cuelgues en un lugar en el que los puedas ver a diario. Cuando se tiene un trabajo y una vida diaria ajetreada, uno puede verse con frecuencia desviado de sus objetivos. Pegándolos por ejemplo a la nevera, te verás confrontado a ellos cada día y te será más fácil integrarlos en tu vida cotidiana.

2. No seas demasiado duro contigo mismo

En un principio bastará con que modifiques un único hábito. Con los propósitos de Año Nuevo, uno tiende a querer cambiarlo todo rápidamente y de una sola vez. Para conseguir algo así necesitarás mucha fuerza de voluntad y disciplina y te resultará de todo menos divertido. Empieza entonces modificando determinados hábitos, alégrate de tus progresos por muy pequeños que sean y no seas excesivamente ambicioso.

Consejo de la redacción: aunque la alimentación adecuada sea decisiva para tener éxito en el entrenamiento, no trates de modificarla de golpe. Tu cuerpo necesita una cantidad suficiente de proteínas para garantizar un desarrollo muscular normal. Tomándote un batido de proteínas después del entrenamiento estarás aportándole rápidamente a tus músculos el combustible que necesitan.

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3. Aprovecha el impulso

Si quieres convertir el entrenamiento en rutina, deberás entrenar con regularidad. Esto no quiere sin embargo decir que a partir de ahora tengas que ir al gimnasio a diario. Hacer ejercicio tres veces por semana es más que suficiente, ya que tus músculos necesitan de todas maneras tiempo para recuperarse y desarrollarse. Te recomendamos de todas maneras que no descanses más de dos días, porque perderías el impulso y tu motivación se vería afectada.

4. Relaciona al entrenamiento con sensaciones positivas

¿Cómo te has sentido después de las últimas sesiones de entrenamiento? ¿Agotado pero satisfecho? Es posible que te sintieras incluso feliz por haber vencido la pereza. Intenta interiorizar conscientemente esas sensaciones positivas de después del entrenamiento.

Cuando te falte la motivación de ir a entrenar, intenta recordar esas sensaciones agradables. Así podrás tener la certeza de volver a sentirte orgulloso y feliz cuando acabes de entrenar.

5. Comienza con lo que más fácil te resulte

Comienza tu entrenamiento con el ejercicio que más te divierta para que te resulte más fácil encontrar la motivación y relacionar el ejercicio con sensaciones positivas. Cuantas más sensaciones positivas puedas relacionar con el entrenamiento, menos te costará vencer la pereza e integrar el ejercicio en tu rutina.

6. Más vale poco que nada

¿A veces te falta simplemente la energía para darlo todo en el entrenamiento? No te preocupes, a todos nos puede pasar. Si no logras animarte para un entrenamiento intenso, tómatelo con calma y haz un entrenamiento HIIT corto de menos de 10 minutos. De ese modo podrás quemar una gran cantidad de calorías incluso después de haber hecho ejercicio gracias al efecto postcombustión.

Conclusiones

De media se necesitan 60 días para que un nuevo hábito forme parte del día a día.
Relaciona tu nuevo hábito con sensaciones positivas para que te resulte más fácil integrarlo en tu día a día.
Cuelga tus objetivos en un lugar visible para poder verlos cada día.
Más vale que entrenes un poco a que no entrenes en absoluto para afianzar tu nuevo hábito.

Fuentes del artículo

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